Premio más que merecido

entro de poco comienza una nueva temporada y, como cada verano los equipos se vuelven locos con los fichajes. Bien es cierto que unos más que otros dependiendo de los resultados de la anterior campaña. En el caso del Barcelona, los refuerzos son obligatorios habida cuenta de que Laporta lleva varios años sin copar portadas. Ahora aprovecha para salir en las presentaciones de los nuevos cuando en realidad debería empapelar su casa entera con las fotos de sus mejores hombres que, paradojicamente, son los menos mediáticos. Tanto mimar a sus queridas ovejas descarriadas, entiéndase Etoo y Ronaldinho, que se olvidó de darle cariño a los más válidos, a los que nunca fallarían y a los que se han dejado la piel en todo momento. Ha tenido que llegar un tal Luis Aragonés para ayudarles a que se lo crean, para levantarles la moral, para hacerles soñar con qué otro grupo es posible. Entre otras cosas, le dijo a Xavi que podría jugar con cualquiera y no se equivocó. No se me olvidará que la jugada que abrió el pase de la selección española a la final de la Eurocopa la protagonizó el barcelonista al marcar un gol a pase magistral de su compañero Iniesta, y eso que algún entendido había comentado que ambos eran incompatibles. A lo mejor es porque sus nombres no visten tanto los titulares de prensa. Lo mismo le ha sucedido a Puyol, quien llegó muerto a Austria después de todos los disgustos que ha tenido que soportar en Can Barça. Demostró que no está acabado como muchos se han dedicado a soltar por esas sabias boquitas. No es de extrañar que se les haya visto más felices que nunca y me alegro por ellos. Por fin se les ha valorado en su justa y merecida medida. La elección de Xavi como mejor futbolista del torneo, viene a premiar el juego en equipo, la inteligencia, la educación, la constancia y el esfuerzo diario. Felicidades.