El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, saluda a los cinco presos liberados hoy por Israel en una exitosa operación conjunta con la milicia./ AFP
los presos chiís ya están 'en casa'

El líder de Hezbolá reaparece después de dos años para celebrar el éxito en el canje de prisioneros con Israel

El jeque Hasán Nasralá no aparecía en público desde que terminó la guerra con Israel en 2006 y se ha unido a las celebraciones en Beirut

ROSH HANIKRÁ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El líder del grupo chií libanés, jeque Hasán Nasralá, ha aparecido en público por primera vez desde la guerra de 2006 para dar la bienvenida a los cinco libaneses liberados horas antes por Israel en un canje de prisioneros y cadáveres. Las calles de Beirut se han convertido en una fiesta. El presidente de Líbano, Michel Sleiman, ha declarado el día como un festivo y los libaneses lo han celebrado como una victoria.

Nasralá, cuyos movimientos se mantienen en secreto por razones de seguridad, ha dado la bienvenida a los reos liberados durante un mitin en Beirut. "Esta gente, esta nación y este país, que dieron hoy una imagen clara, no pueden ser derrotados". Luego, Nasralá se fue para pronunciar un discurso desde un lugar más seguro y a través de una videoconferencia.

Israel ha logrado en un canje de presos con Hezbolá lo que no consiguió en los 34 días de guerra con la milicia libanesa el verano del 2006: traer a sus soldados a casa. A primera hora de la mañana, Hezbolá confirmó lo que todo el mundo temía al mostrar frente a las cámaras de televisión dos féretros negros: los jóvenes soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, cuya captura dio origen a la contienda, estaban muertos.

Para recuperar sus cuerpos el Estado judío ha tenido que pagar un alto precio: la excarcelación de cuatro prisioneros libaneses y de Samir Kuntar, condenado a cuatro cadenas perpetuas por otros tantos asesinatos, y la entrega de los restos mortales de 199 palestinos y libaneses. Esta noche las familias de los dos soldados han acudido a la base militar de Shagra, próxima a la frontera con Líbano, para recibir los restos y participar en un pequeño acto en memoria de sus seres queridos.

Un trago doloroso para Israel

Sobre las diez de la mañana la Cruz Roja Internacional hacía entrega de los restos en el cruce fronterizo de Rosh Hanikrá a los rabinos militares y expertos médicos y forenses, que efectuaron pruebas de ADN y determinaron que correspondían efectivamente a los de los soldados israelíes. Eran ya las tres de la tarde cuando los generales Eliaser Stern y Gadi Shimani se trasladaban a las viviendas de Regev y Goldwasser para confirmar la noticia oficial a sus familiares.

A partir de ese momento, las autoridades israelíes procedieron a cumplir su parte del canje y hacer entrega de los restos mortales, que fueron trasladados a la frontera en un convoy de 24 camiones de la Cruz Roja, y de los cinco prisioneros vivos. La milicia chií también entregó a Israel un pequeño ataúd con restos de varios soldados caídos en la guerra que ambos mantuvieron entre los meses de julio y agosto de 2006.

En el Estado judío, el canje ha sido percibido como un trago doloroso, pues supone la liberación de Kuntar, visto aquí como un cruel asesino que fue capaz de aplastar con brutalidad el cráneo de una niña. Pero a pesar de que ha habido algunas críticas al Gobierno por pagar con presos vivos la entrega de soldados muertos, la mayoría de israelíes ha considerado el precio excesivo pero necesario para cerrar de una vez por todas un dossier que había tocado la fibra sensible de la sociedad israelí.

Jornada festiva en Líbano

Decenas de milicianos han recibido en Beirut a los cinco presos con honores de héroes nacionales en el otro lado de la frontera por una multitud que celebró la liberación como un nuevo triunfo de Hezbolá sobre Israel. Su liberación ha sido celebrada por Mahmud Abbas y el 'primer ministro' de Hamás en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, que han felicitado a los familiares. El presidente palestino también ha expresado sus condolencias a las familias de los milicianos cuyos restos han sido entregados.

El movimiento islamista Hamás ha aprovechado la atención al canje para anunciar formalmente la interrupción de las negociaciones con Israel para la liberación del soldado israelí Guilad Shalit hasta que se abran los pasos fronterizos con Gaza.

El Gobierno israelí dio ayer el visto bueno definitivo al acuerdo para el intercambio de prisioneros con la milicia chií libanesa. El seno del Ejecutivo aprobó el intercambio con 22 ministros a favor y tres en contra. El presidente de Israel, Simon Peres, declaró antes de la votación que no era "un día feliz para ninguno de nosotros que se libere a asesinos como éstos, pero tenemos la obligación moral de devolver a nuestros soldados a casa".