«Sólo hay que ver dónde acabamos para saber el desastre que ha sido este año»

A Nacho Bocardo le duele el Cádiz. Sus manos, milagrosas para aliviar el sufrimiento de tantos deportistas, no llegan a su propio corazón. Se marcha del Cádiz tras 15 años de completa dedicación a la plantilla cadista. Su despedida no es por la puerta grande, sino por la de atrás. Uno más de los muchos damnificados por el caos en que el club se ha visto sumido en los últimos meses.

Su dolor se mezcla con la indignación de no haberse sentido apreciado por la directiva de un equipo al que ha dado toda una vida. Pero Nacho prefiere mirar hacia adelante y dejar que las cuentas se ajusten solas, aunque nunca olvidará los malos ratos que ha pasado esta última temporada. «Me he quedado muy tranquilo. Me he quitado un peso de encima al marcharme. No estaba a gusto en el club. Ha sido un poco de todo. Estoy muy defraudado por cómo me han tratado de forma personal y profesional en la última etapa», explica.

Descanso y familia

Su objetivo primordial ahora es pasar más tiempo con su familia y seguir vinculado al mundo del deporte a través de la consulta que mantiene abierta en la capital gaditana. «Lo tenía pensado desde hace tiempo. De hecho, esta temporada he viajado sólo uno de cada dos fines de semana. Cuando me monté en el autobús en Alicante y vi que era de los pocos que estaba allí y el ambiente que había, decidí que había acabado esta etapa. Además, nadie ha pedido que me quede ni ha intentado convencerme, así que sólo había un camino», afirma Nacho.

La salida del fisioterapeuta; que se une a gente de la casa como Calderón, Férez, Buenaventura o Abraham Paz que también ha tenido que buscar acomodo en otros lares, ha sido más fácil al finalizar contrato. «Antonio Muñoz no renovó a nadie antes de irse y Baldasano nos firmó por un año, porque quería conocernos, con renovación automática si ambas partes estábamos de acuerdo. Pero, en lo que hemos estado de acuerdo es en que es mejor que me vaya», indica.

El descenso ha terminado de desilusionar a Nacho como profesional y como aficionado. Además, como una de las personas que han estado dentro del club durante esta campaña, no esconde su decepción con la forma en la que se ha gestionado el equipo. «Sólo hay que ver dónde hemos acabado para saber el desastre que ha sido este año. El descenso no ha sido causa de la mala suerte porque en el fútbol no existe la buena ni la mala suerte, existe la buena o mala organización y el trabajo bien o mal hecho», afirma con contundencia.

Mejores recuerdos

De los 15 dedicados profesionalmente al Cádiz tiene imágenes y vivencia inolvidables. Se queda, por encima de todo, con el trato con los futbolistas, con los que ha conseguido recuperar (como Javi Navarro, actualmente en el Ceuta), a los que defiende. «Hay de todo: los que se cuidan mucho y los que no. Pero este año no ha sido falta de trabajo. No han fallado las piernas sino la cabeza. Hay jugadores que no aguantan la presión».