REQUISITOS. El Colegio de Arquitectos subrayó que las condiciones eran demasiado exigentes. / LA VOZ
Ciudadanos

El Colegio de Arquitectos de Cádiz protestó por el pliego de condiciones del hospital

El colectivo alerta de que la alta exigencia hace pensar «en un procedimiento restringido», algo que contravendría la Ley de Contratos del Estado Las bases exigen al equipo técnico haber proyectado cuatro hospitales de más de 50.000 m2 en el último lustro y apenas aporta datos del plan funcional

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las bases del concurso convocado para el nuevo Hospital de Cádiz alarmaron al Colegio de Arquitectos, que hizo llegar a primeros de abril una carta al delegado del Estado en la Zona Franca, José de Mier, alertándole de las anomalías que habían detectado y pidiéndole que reconsiderara el pliego de condiciones. Las bases eran muy rígidas y reducían la participación de aspirantes. Aún así, el proceso siguió su curso.

En su carta, el decano del Colegio, Ramón Pico, considera que «no cabe duda sobre la alta exigencia impuesta» al equipo, formado por al menos cuatro arquitectos, dos arquitectos técnicos, dos ingenieros industriales y un aeronáutico. El director de los trabajos debe contar con al menos 15 años de experiencia en hospitales y entre los cuatro arquitectos que formen el equipo tienen que acreditar haber redactado el proyecto de al menos cuatro hospitales de más de 50.000 metros cuadrados, siendo uno de ellos al menos de más de 100.000 metros cuadrados, y durante los últimos cinco años. Este cómputo se refiere a «obras de reforma, ampliación u obra nueva, estando afectado el conjunto de metros cuadrados por el porcentaje que cada técnico acredite de su participación con carácter facultativo en cada caso».

Además, deberán acreditar haber realizado o estar ejecutando durante los últimos cinco años direcciones de obra de al menos cuatro hospitales de más de 50.000 metros cuadrados. Los ingenieros han de acreditar haber diseñado en tres años instalaciones de al menos tres millones de frigorías y 5.000 Kva de potencia y el aeronáutico, haber redactado al menos un proyecto de helipuerto en altura y otro en superficie. El colegio gaditano hizo notar en su carta que «los plazos que se barajan para realizar este tipo de proyectos, y sobre todo para su ejecución implica la necesidad real de haber realizado más hospitales de las características señaladas que los expresamente exigidos».

No obstante se presentaron 30 empresas, pero sólo dos lograron llegar al final. Se trata de los estudios de Planho Consultores SL y Aidhos Arquitec SA, que plantean una torre de 20 plantas. La segunda opción que ha cumplido las bases ha sido la presentada por siete arquitectos de tres despachos del país, que plantean un hospital en ocho alturas.

Pico hace referencia también a los requisitos de solvencia económica y financiera. «Dos de los trabajos de dirección facultativa deben corresponder a obras de construcción de hospitales de presupuesto de adjudicación superior a cien millones de euros y la cifra de negocio global en los últimos ejercicios será superior a ocho millones».

En resumen, el Colegio gaditano cree que la concurrencia de licitadores quedó disminuida con estos requisitos de tal manera que podría convertirse de facto en un procedimiento restringido, «algo no contemplado por la Ley de Contratos de la Administración Pública en el caso que nos ocupa».

Además, el decano indica que el Plan Funcional que se aporta para elaborar el pliego «carece del nivel de detalle que sería conveniente».

A su juicio, parece más un informe interno a partir del cual definir el citado plan. «Sorprendentemente», añade, despacha en cuatro folios las características arquitectónicas, modelo organizativo, criterios de funcionamiento y organización de áreas asistenciales de una superficie a proyectar de más de 175.000 m2 construidos» .

Así, Pico solicitaba a Mier que reconsiderara las exigencias, para permitir más licitadores y, sobre todo, «descartar la sospecha de haber convertido un procedimiento abierto en un procedimiento restringido», al tiempo que reclamaba más información sobre el programa funcional, «que no debe limitarse a una tabla de superficies», sino que «debe aportar datos imprescindibles».