CALLE PORVERA

Crisis con retraso

Y ZP habló de crisis. Ocurrió la semana pasada. Con su acento leonés, lo dijo, sin ambages. Queda mucho mejor en boca de su oponente político, Mariano Rajoy: «Crisish». Pero nadie se lo había escuchado decir al presi, y eso tiene su morbo. Hasta ahora, lo más cerca que habíamos estado de la verdad era «desaceleración». Ahora ya estamos en «crisis». Y, dentro de poco, según los expertos economistas de nuestro país y allende nuestras fronteras, el maestro Solbes le tendrá que enseñar a decir «recesión», a tenor de las turbulencias financieras que se acercan desde Estados Unidos. «Subprime» es el primer vocablo odioso con el que nos tuvimos que familiarizar, pero ahora parece que todos estamos aprendiendo a manejar este lenguaje como auténticos tiburones de las finanzas.

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De hecho, los periodistas especializados en este tipo de información ya empiezan a utilizar metáforas de todo tipo, para que todos nos hagamos amiguitos de los tiempos aciagos con los que habrá que lidiar. «La tormenta perfecta» llaman a esta, por ahora, crisis. ¿Por qué? Porque es lo que ocurre cuando se unen estas tres inclemencias meteorológicas: crisis alimentaria, del petróleo y financiera. Por cierto, que si el barco estuviera capitaneado por George Clooney, al menos la población femenina esperaría a que las aguas se calmaran con más esperanza.

Aquí en la ciudad, pregúntenle a los comerciantes o a los concesionarios de automóviles que cuando empezó la crisis. No ahora, no. Ahora lo han reconocido nuestros gobernantes. ¿Se imaginan que el médico no reconociera que el paciente tiene un tumor hasta que se hubiera producido metástasis? Vaya gracia. eesteban@lavozdigital.es