AMENAZA Los contenedores de la entrada de la Feria presentan una gran cantidad de bolsas con residuos. / C.C.
SAN FERNANDO

Los caseteros temen grandes pérdidas en la Feria por la huelga de basura

Se espera que la acumulación de residuos reduzca la afluencia de visitantes Algunos puestos de la entrada están situados a escasos metros de los desechos

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A medianoche el alumbrado de la Feria del Carmen y de la Sal abrirá una nueva edición de estas fiestas, que se iniciarán con la preocupación de los caseteros por las pérdidas económicas que puede generar la huelga de recogida de basura.

Hasta el momento, uno de los colectivos más afectados son los propietarios de los puestos que se instalan en la entrada del recinto, pues conviven a pocos metros con las bolsas de basura que se acumulan en los contenedores y muchos aún están pendientes de que se reduzca el volumen para poder realizar el montaje de la manera adecuada.

Antonio Ríos es uno de los comerciantes que se ha encontrado con este problema y ayer mismo baldeaba el acerado para que la suciedad no se acumule en torno a su espacio y poder ofrecer un mejor servicio, ya que como él mismo expone «abrir hay que abrir porque es de lo que vivimos. Otros años a estas horas (por la tarde de ayer) ya estaba todo limpio y preparado para que montáramos las cosas».

La mayoría de los caseteros cree que los desperdicios acumulados reducirán la afluencia de personas con respecto a otros años. Además, dañará la imagen de una de las fiestas más importantes de la ciudad. A pesar de ello, son conscientes del derecho a huelga de los trabajadores, aceptan la situación y esperan que el conflicto se solucione lo más pronto posible, por lo que apelan a una mayor implicación por parte del Ayuntamiento.

Fernando Vélez, responsable de la caseta Tronío, afirma que «estoy muy preocupado pero yo soy optimista y creo que se solucionará cuanto antes».

Sin embargo, otros caseteros no son tan positivos y, por ejemplo, el hermano mayor de la Hermandad del Prendimiento, Rafael López considera que la huelga va a «repercutir de manera considerable sobre la fiesta, sobre todo porque en ediciones anteriores se ha realizado una labor excepcional por parte de los servicios de limpieza y ya por la mañana estaba todo recogido. Ahora no va a ser y los perjudicados van a ser tanto nosotros como los ciudadanos».

Para muchas entidades, la caseta de la feria significa un ingreso importante en la financiación anual para sus sostenimiento. Es el caso de la Peña Madridista Isla de León, cuyo representante, Juan José Pinedo, asegura que «nos tendremos que adaptar aunque seguro que no va a ser como otros años. Esperemos que se cumplan los servicios mínimos y que al final se solucione el conflicto porque si no es así las condiciones de salud pueden ser insostenibles e incluso puede que surja problemas con las ratas o las cucarachas».

Ésta es otra de las angustias de los caseteros, a lo que se suma el fuerte olor que desprenden la acumulación de basura, que se intensifica en las horas en las que aprieta el calor.

El alcalde de la ciudad, Manuel María de Bernardo, hizo ayer un nuevo llamamiento al entendimiento entre los trabajadores y la empresa y aseguró que el Consistorio va «a ser extremadamente exigente y que por supuesto se le van a descontar a la empresa todos los días en que no haya prestado el servicio». Así se lo comunicó a la federación de asociaciones de vecinos, empresarios y caseteros, en una reunión que mantuvieron los mismos por la tarde.

Por la mañana fue el portavoz socialista, Fernando López Gil, el que se citó con los trabajadores de la empresa Urbaser que aunque lamentaron que la feria se vea aceptada por su decisión no van a modificar su postura ante la parálisis de las negociaciones.