Defensa destruirá 5.000 bombas de racimo

La ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció ayer el inicio de los trámites para la destrucción de las bombas de racimo de los arsenales militares de España, así como una moratoria unilateral sobre la producción de este tipo de armas.

El anuncio lo hizo la ministra de Defensa en una visita a la Academia de Ingenieros en la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares. Chacón definió las bombas de racimo como una «pena de muerte sin sentencia» y aseguró que en menos de dos años serán destruidas en torno a las 5.000 de los arsenales militares.

La titular de Defensa se congratuló porque con este paso, España, uno de los firmantes del acuerdo alcanzado el pasado 30 de mayo en la Conferencia de Dublín, «va a situarse a la cabeza de los países que han acordado la erradicación de las bombas de racimo y va a destruirlas en el plazo más breve».

Estas bombas están formadas por cientos de pequeños proyectiles fragmentarios del tamaño de una lata de refresco. Los minúsculos explosivos se concentran en una bomba contenedor de gran tamaño, que suelta su carga mortal. Organismos humanitarios han calculado que unas 100.000 personas han muerto por las bombas de racimo, el 98%, civiles.

Sin detonar

Estas mismas organizaciones sitúan en 360 millones los explosivos de este tipo usados en los conflictos de los Balcanes, Afganistán, Irak y Líbano. De todas estas bombas racimo, entre el 5% y el 30% no detonaron y quedaron desperdigadas por el suelo, con el consiguiente riesgo para la población.

España, de esta forma, será uno de los primeros países en poner en práctica la Convención sobre Municiones de Racimo, un acuerdo aprobado el 30 de mayo en la Conferencia de Dublín.