Tres favoritos para San Fermín: Miguel Ángel Perera, Jandilla y Fuente Ymbro

Pamplona, fiel a las tradiciones

Ocho corridas de toros: 24 plazas de San Fermín que se reparten entre 22 matadores de toros. Las cuentas son sencillas: sólo dos toreros repiten. Sevillanos, los dos únicos toreros sevillanos del reparto: El Cid y Salvador Cortés. Con el aval de su palmarés de 2007 en Pamplona, de donde salieron como triunfadores. El pie en el mismo podio. El expediente de Salvador Cortés es muy original: desde su debut en sanfermines, en 2005, apenas tres meses después de la alternativa, Salvador ha triunfado en las cuatro ocasiones que toreó en Pamplona. La primera, como sustituto de Eduardo Gallo, con un toro de bandera de Jandilla. La segunda, con otro toro muy notable de Alcurrucén. Las dos últimas veces fueron hace sólo un año: con un extraordinario lote de Fuente Ymbro y, luego, como sustituto de El Fandi, con otro lote suculento de Jandilla.

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Si los toreros se midieran por la proporción de toros matados y orejas cortadas, la talla de Salvador Cortés sería de gigante: ocho toros, siete orejas. Nadie se acerca a tal marca. Tres orejas en diez toros es el palmarés del propio Cid, que debutó en Pamplona la misma tarde que Salvador Cortés y ha alternado con él durante los tres últimos años: con la corrida de Jandilla dos veces, y una tercera con la de Alcurrucén. Salvador Cortés, que no ha toreado en Madrid este año, cumple con una regla tácita, pero obligada para los pocos que hacen doblete en San Fermín: matar una corrida en principio propicia -la de El Ventorrillo- y otra con etiqueta de dura, la de Dolores Aguirre. El Cid ocupa carteles con ganaderías propicias: Fuente Ymbro y Jandilla.

Son las dos con mejores registros en Pamplona en el último trienio.Tres novedades en la feria de 2008: de un lado, el debut en Pamplona del hierro de El Ventorrillo, propiedad de Fidel San Román, de Salamanca; de otro, la repesca de una ganadería de Pamplona de toda la vida, digamos, como la del Conde de la Corte, y la apuesta por otra que lleva funcionando de maravilla mucho tiempo, la de Núñez del Cuvillo, que se reserva como postre de las ocho corridas que conforman la feria.

De los 22 matadores anunciados, sólo tres son nuevos en San Fermín. Dos de ellos, ni noveles ni del todo veteranos, el riojano Diego Urdiales y el alcarreño Sánchez Vara, se han apuntado a matar los toros de Cebada, famosos por sus buidos pitones. El tercero, nuevecito pero sorpresa del pasado San Isidro, el vallisoletano José Miguel Pérez Joselillo, ha entrado a ley en la corrida de Dolores Aguirre.

El resto del elenco no registra mayores seísmos. Ponce vuelve a Pamplona tras un año en blanco y con la idea de despedirse.