La afición española celebró el triunfo a lo grande. /EFE
españa, campeona de europa

Algunos incidentes empañan las celebraciones por el título

En una noche de alegría en todo el país, los actos vandálicos y la violencia mancha la fiesta en algunas ciudades como Madrid, en la que los altercados dejan un herido grave y 25 leves

MADRID Actualizado: Guardar
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El título de la selección española ante Alemania ha desatado la alegría y la fiesta en todo el país. Las plazas y principales calles de las ciudades españolas se han abarrotado de cientos de miles de personas para celebrar, enfundadas en la bandera rojigualda, el triunfo en la Eurocopa'08.

Sin embargo, los actos vandálicos han empañado una noche histórica de fiesta. Así, en Madrid el balance que han dejado estas acciones violentas ha sido de 26 personas hospitalizadas, una en estado grave y las otras 25 con heridas leves, además de las 120 intervenciones que los equipos de sanitarios. El herido grave, cuya identidad no fue facilitada, sufre politraumatismos en el cráneo por causas aún no determinadas.

En Alcalá de Henares, un hombre de 40 años vestido con la camiseta de la selección ha muerto esta mañana en una céntrica plaza al golpearse brutalmente la cabeza contra el suelo de mármol, al parecer, en estado de ebriedad, tras las celebraciones por la consecución del título. El hombre ha muerto de un traumatismo craneoencefálico severo tras golpearse accidentalmente contra la base de una de las farolas de la plaza con mucha fuerza, ya que no presentaba otros signos de violencia.

En Cataluña, los Bomberos de la Generalitat tuvieron que sofocar más de 80 incendios de contenedores en distintos puntos de la Comunidad entre la medianoche y las 02.00 horas.

Explosión de júbilo

A pesar de estos desagradables hechos, lo más reseñable es que la afición pudo disfrutar antes, durante y después del encuentro España-Alemania en las pantallas gigantes instaladas en las plazas céntricas y permaneció en las calles para festejar la victoria española.

En Madrid, alrededor de 65.000 personas, según datos de la policía municipal, atestaron la céntrica Plaza de Colón y sus alrededores para presenciar desde las pantallas gigantes instaladas en el lugar el triunfo de la selección española en Viena.

A la conclusión del partido hubo una explosión de júbilo y, a partir de ese momento, el Paseo de la Castellana, cortado al tráfico rodado, fue invadido por los aficionados, algunos de ellos con intención de bañarse en la cercana fuente de La Cibeles. Pero el monumento, tradicional lugar de celebraciones de los seguidores del Real Madrid, estaba vallado y rodeado de policías, que lo impidieron.

Las Ramblas de Barcelona y su fuente de Canaletas, puntos habituales de concentración de los aficionados azulgrana, se llenaron de banderas españolas para celebrar la victoria del equipo de Luis Aragonés. Nada más terminar el encuentro, miles de personas se desplazaron hasta el centro de la ciudad coreando "¡España, España!" y saltando de alegría. Por toda la ciudad se oyeron petardos para celebrar el gol de Torres, a la vez que muchos barceloneses salieron al balcón para gritar el tanto.

Andalucía y Valencia

En Andalucía, las pantallas gigantes instaladas en lugares públicos de varias ciudades, además de bares y peñas, fueron importantes puntos de concentración de los aficionados, que durante el partido dejaron desiertas las calles y que fueron saliendo poco a poco a celebrar la victoria agitando enseñas nacionales y haciendo sonar las bocinas de sus coches.

En la Comunidad Valenciana miles de aficionados se echaron a las calles para festejar el triunfo español con un constante sonar de los claxon de los vehículos y de tracas para expresar su euforia. Como suele suceder cuando el Valencia logra un título, el punto de reunión para festejar el éxito fue la plaza del Ayuntamiento, donde conforme pasaban los minutos se fueron sumando a la fiesta una multitud de seguidores vestidos con camisetas rojas de la selección y con banderas de España.

Cánticos españoles, silencios alemanes

Cánticos como "Yo soy español", "Campeones, campeones", "Illa, illa, illa... Villa maravilla" fueron los que más sonaron en la céntrica plaza de la capital sólo interrumpidos por los petardos, cuyas explosiones eran jaleadas por los presentes, entre los que se veían pancartas que rezaban: "Gracias, Dios, por ser español" o "España, campeona".

Por su parte, los alemanes que se encuentran de vacaciones o residen en Palma de Mallorca cambiaron la alegría por silencio, suspiros y lágrimas de rabia solapadas por el eco de la victoria española que se celebraba por todo lo alto a pocos metros de ellos. Apostados en sus locales delante de los televisores y con sus indispensables cervezas en la mano, germanos resistieron todo el partido a pesar de que a medida que avanzaban los minutos la fiesta se iba tornando en un funeral.

En toda Castilla y León hubo posibilidad de ver el partido al aire libre, con la posterior fiesta cuando el árbitro italiano Roberto Rosetti pitó el final del encuentro. Así, la Plaza de Zorrilla fue el centro neurálgico de la alegría en Valladolid. Provistos de banderas y camisetas de la selección española, muchos vallisoletanos se dejaron llevar por la alegría y dejaron sonar también el claxon de sus coches o motocicletas hasta el punto de atascar buena parte del centro.

En Palencia se habilitó una pantalla gigante en la Plaza de Toros; el Ayuntamiento de Ávila instaló otra en la Cubierta Multiusos y algunos pueblos de la provincia también disfrutaron en la calle de la posibilidad de ver el partido.

En Burgos hubo hasta tres pantallas gigantes, también en Segovia, León o Ponferrada, y en Salamanca, el marco elegido para ver el partido al aire libre fue su emblemática Plaza Mayor.

También en Bilbao, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o en Santander, Murcia y Toledo los aficionados salieron a las calles para festejar, entre cánticos y bocinas de coches, la segunda victoria española en la Eurocopa.