Löw se preocupa por Ballack

Joachim Löw está preocupado por la posible ausencia de Michael Ballack, el mejor jugador y capitán de Alemania, en la final de esta noche en Viena contra España. El líder natural del conjunto germano, que ha jugado todos los minutos y ha marcado dos goles en la Eurocopa, no ha participado en los dos últimos entrenamientos a causa de un problema muscular en el gemelo derecho que los médicos van a procurar solventar hasta el último minuto. En caso de que el futbolista del Chelsea cause baja, Tim Borowski o Bastian Schweinsteiger ocuparían su plaza en el once titular.

«Yo no he descartado todavía a Ballack. Espero que pueda jugar porque es un jugador importantísimo», declaró Löw en rueda de prensa tras el entrenamiento oficial previo a la final, celebrado en el estadio Ernst Happel de Viena, y en el que no participó el termómetro anímico del combinado alemán. Tampoco lo había hecho la víspera en el último ensayo realizado por los germanos en la localidad suiza de Tenero, su cuartel general durante toda la Eurocopa, desde el que ayer se desplazaron a la capital austríaca.

Médicos, fisioterapeutas y el propio jugador desconocen el origen y el momento de la lesión. «Tras dos o tres días el músculo a veces se contrae. Ayer por la mañana (por el viernes) se despertó con el gemelo duro y dolorido. No sabemos si fue a causa de un golpe que recibió hace unos días y se ha manifestado ahora. Francamente, lo desconocemos», comentó Löw, quien admitió que el jugador «no ha mejorado» en las precedentes 48 horas.

Una maldición

El técnico alemán excluyó introducir grandes cambios en su sistema táctico si no puede contar con Ballack pues dijo que dispone de jugadores con características similares para ocupar su demarcación. «Todavía hay alguna oportunidad de que juegue. Quedan 24 horas y haremos todo lo que podamos. De todas formas el sustituto lo haría con todas las garantías», puntualizó.

Ballack no pudo participar por sanción en la final del Mundial de 2002 en Corea y Japón que ganó Brasil (2-0). Perdió por el mismo resultado la semifinal de 2006 frente a Italia. Esta temporada fracasó con el Chelsea en la final de la Liga de Campeones. La maldición le persigue cuando se acerca el choque decisivo. «Esta tarde (por la tarde de ayer) he hablado con él y, pese a todo, era optimista. No estaba deprimido», confió el técnico sobre el estado de ánimo de su jugador con mayor experiencia internacional, con 86 entorchados.

Löw tuvo palabras de elogio para España, la única selección que, a su juicio, se ha mantenido en un elevado nivel competitivo sin mostrar altibajos en los cinco partidos disputados. «Hasta el momento ha sido el equipo más constante, haciendo gala de un juego regular sin fases de debilidad gracias a una combinación de técnica, pases precisos, seguridad y colocación en el campo», analizó. «Están acostumbrados a imprimir un ritmo de juego fuerte y a aguantar la presión. Sus combinaciones son excelentes con jugadores muy rápidos, dúctiles y muy móviles», añadió.

«Somos optimistas»

El seleccionador alemán admitió que, como dicta la opinión pública, «los españoles tal vez sean favoritos». «Pero somos optimistas, tenemos confianza. Sentimos una presión positiva para rendir al máximo. Tendremos que ser mejores de lo que fuimos contra Turquía», señaló en alusión a su criticado juego en la semifinal. «Va a ser un partido muy bueno técnicamente porque España y Alemania tienen jugadores ofensivos y que van a ir a arriba con un juego rápido, flexible y alegre», anticipó.