RESPONSABLE. Trichet gesticula durante su discurso en el Parlamento Europeo. / EFE
Economia

Las familias que no podrán pagar la hipoteca se duplicarán hasta final de año por la crisis

El BCE vuelve a insinuar que la próxima semana subirá los tipos al 4,25% y los mantendrá así hasta otoño Bancos y cajas advierten de que la tasa de morosidad llegará al 2% a final de diciembre, frente al 1% actual

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El Banco Central Europeo (BCE) dio ayer nuevas pistas sobre la probable subida en sus tipos de interés que decidirá dentro de una semana, dentro de su primera reunión de julio. Los paganos de esta decisión serán los millones de ciudadanos que tienen una hipoteca en la zona euro y, de manera más acusada, los españoles.

Así, al menos, lo estima la Asociación Hipotecaria Española (AHE), integrada por los bancos y las cajas de ahorros que operan en el sector, para quienes la economía española está en «crisis», sin tapujos ni medias tintas, si bien creen que se encuentra en «el período inicial» de la misma, lo que hace que no se considere «en condiciones de evaluar su intensidad y duración».

Por este motivo, piensan que sus efectos negativos sobre la dudosidad comenzarán a reflejarse en las estadísticas a finales de año, cuando calculan que el nivel de créditos morosos sobre el total de concedidos para la compra de una vivienda se situará en el 2%, el doble que el 1% actual y casi el triple que el 0,717% con que se cerró 2007, pero aún algo lejos del 5% de media que se registra en países como Alemania, Italia o el Reino Unido, si bien lo peor podría estar por llegar, pues prevén que ese índice continuará con las subidas a lo largo de 2009.

Durante su comparecencia ante la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que la subida de tipos sería «de pequeña proporción» -seguramente del 0,25%, lo que dejaría la tasa oficial en el 4,25%- y, lo que es tanto o más importante, que se mantendría en ese nivel durante varios meses porque, según apuntó, no se están estudiando «una serie de incrementos» consecutivos. La idea que manejan los expertos a nivel comunitario es que el aumento está ya muy maduro -si bien desde el Banco sólo se habla aún de «posible»-, y que si realmente el objetivo de ese movimiento es frenar las presiones inflacionistas -Trichet sostiene que están en grado de «alerta máxima»-, debería acometerse con relativa urgencia porque la subida media de los precios dentro de la zona euro está cada vez más cerca del 4% que del 3% -en mayo llegó al 3,7% en términos interanuales, su máximo histórico desde que se creó este indicador armonizado en enero de 1997-, algo que, según reconoció el propio Trichet, «no es satisfactorio ni para nosotros ni para los ciudadanos».

Trichet justificó la decisión de subir los tipos en la necesidad de «garantizar un anclaje sólido de las expectativas de inflación», lo cual ve un «prerrequisito» para que la política monetaria contribuya a un crecimiento económico sostenible y a la creación de puestos de trabajo.

Los damnificados

Quienes lo pasarán peor, según bancos y cajas, son los dos millones de familias que firmaron sus hipotecas en 2004 y 2005, pues dado que lo hicieron con unos tipos bajos sus cuotas iniciales se han incrementado una media del 20% desde entonces (sólo hasta el fin de 2007). También tendrán serias dificultades quienes recurrieron a financiación externa para adquirir su casa entre 2003 y 2006, pues fue el período donde más se dispararon los precios en el sector residencial.

Por otra parte, la Reserva Federal estadounidense decidió ayer mantener estables los tipos de interés en el 2%, su nivel más bajo desde noviembre de 2004, poniendo fin a la agresiva serie de siete recortes consecutivos iniciada en septiembre de 2007 que ha supuesto una rebaja de 3,25 puntos porcentuales.