Ardor guerrero
A veces el «A ver si nos vemos» deja de dilatarse por lustros y sabe Dios por qué extraño interés de algún implicado, funciona. Así me he visto envuelto esta semana de crespón gualda en una de esas reuniones de amigachos de la mili en las que las historias del abuelo Cebolleta, nexo, unidas al tercer bo, dejan en lo individual desnudos a conocidos desconocidos y, dada nuestra escasa educación nudista, abren un abanico de temas colectivos en el que si se habla de toros somos josés tomases, si de fútbol julianes rubios, si de libros ruices safones, si...
Actualizado: GuardarEn fin, que el que pidió el condumio («Mira, vas poniendo jamoncito sinco jotas, unas gambitas blancas, un quesito curao jotaeme...») vino a evidenciar que andábamos bien de acto reflejo (echamos mano al bolsillo, de forma inconsciente pero sin levantar sospecha) y por eso hablamos de desaceleración. «...Ah, y unos langostinitos de Sanluca» (qué cabrón), bueno, de crisis. Pero no de la nuestra, no, visto las viandas, a lo grande, de la europea, todos adenaures. No teníamos claro qué coño de Irlanda había votao el NO, si la que entra en el paquete ése con las Islas Feroe, Islandia y Malta para que España juegue siempre la fase final de cualquier campeonato, u otra. Pero dio igual, porque alguien soltó las palabras mágicas (eso tiene que ser de Payán, por huevos) «No han sabío ponerlo en valor» y, iiiiiin, al carajo Europa, ya pusimos en valor to Cádiz, la Catedral, la Viña y el Mentidero, y verá que no exagero si cuando dijo uno: «Lo que hay que poner en valor son los astilleros». Le cantamos la habanera a coro: «Verás que tú no te has enterao de eso de las sesenta horas...» (todos irlandeses). Joía mili... La patria sí que ha tenido siempre claro qué poner en valor: «Se le supone» (Hacía ya tiempo que no cantaba de madrugada, qué pea. «¿Ardor guerrero, vibra en nuestras voces...!»)
