«Un partido para hombres»

El domingo se juega en Chapín una auténtica final, un partido de esos en los que un jugador puede pasar de héroe a villano en una jugada y que nadie se quiere perder. Dejando los problemas institucionales del club al margen, lo cierto es que el Municipal de Chapín va a presentar una de sus mejores caras en los últimos años. Habría que retroceder hasta la temporada 2004/05, cuando el Cádiz consiguió el ascenso en Jerez, para encontrarse una entrada similar a la que va a haber este domingo.

Los jugadores son conscientes de eso y dos jugadores con molestias ya han dejado claro que no se van a perder el choque. Emilio Viqueira, con una contractura en el aductor, comentaba ayer que «me he encontrado bastante mejor. He tenido tratamiento con los médicos, antes he realizado algo de carrera continua y espero estar a disposición del míster aunque sea con la pierna encima del hombro».

Y es que el medio centro gallego, un fijo en el once titular desde su llegada al Xerez en el mercado invernal, aseguraba que «para lo que nos queda a todos es el momento de estar a tope, arriesgar y que cada uno dé lo máximo de sí». Sin embargo, el de Santiago de Compostela tiene claro que «no voy a perjudicar a nadie y si no me veo en condiciones para jugar el partido entrará otro compañero que lo hará igual o mejor».

Final de infarto

Pese a que, como bien decía Viqueira ayer, la afición azulina habría firmado este final hace algunos meses, lo cierto es que «va a ser un final complicado». De hecho, e gallego recomienda que «el que tenga problemas de corazón mejor que no venga al campo porque va a ser un partido para hombres, gente que le guste el fútbol». Se juega mucho el xerecismo y una salvación podría suponer algo tan importante «como conseguir un ascenso, sería algo maravilloso».

Lo tiene claro Viqueira que se desmarca del debate de celebrar o no una permanencia y ayer aseguró que «la gente va a estar apoyando a muerte y esperemos que después podamos tener una fiesta con todos ellos. Sé que a lo mejor no es el final que esperaba la afición, pero si ganamos voy a festejarlo seguro».

Ganas de celebración que tiene Viqueira y ganas por jugar las de Pedro Ríos. El interior diestro jerezano tiene unas molestias en el cuádriceps que le impiden entrenar, aunque ayer argumentaba que «llego al partido con muchas ganas y con mucha tensión porque, no sólo yo, sino todos los compañeros nos jugamos mucho». Y es que el jerezanismo del azulino no tira por tierra las ganas del resto de jugadores del Xerez por conseguir la permanencia: «Aunque no sean de la tierra, ellos saben que un descenso es una mancha en su trayectoria por lo que todo el mundo vamos a dar lo mismo. Está claro que el que tiene el sentimiento de la tierra tiene algo más, pero ni que decir tiene que mis compañeros lo van a dar todo en el campo»

Estará el domingo

Si Viqueira comentaba que jugaría el partido, aunque fuera «con la pierna sobre el hombro», Ríos también confiaba en estar sobre el verde de Chapín este domingo. El azulino, que confesaba sentirse «más recuperado» de sus molestias, tenía claro que «para nada me planteo ver el partido en la grada, principalmente porque no es nada serio y no me va a durar hasta el día del partido». Sin embargo, al contrario que el gallego, el jerezano comentaba que «mi salud es lo primero, pero no es una lesión que vaya a traer graves consecuencias y esperemos que en un día pueda estar mejor».

En cuanto al debate de celebrar o no la permanencia, Pedro Ríos lo tiene más que claro: «Va a ser un poco de todo. Alivio por sacarte la espina y alegría por el año que llevamos y cumplir el objetivo de la permanencia».

Ningún plan especial

Por cierto, que para llegar en buena línea a esta final, los servicios médicos del club están haciendo todo lo posible para que los jugadores lleguen al cien por cien al choque ante el Elche. Fabián Belmonte, galeno azulino, declaraba ayer que «no tenemos ningún plan especial para este último partido, sólo que no hemos bajado la guardia nunca y no lo vamos a hacer ahora». En cuanto a Ríos y Viqueira, Belmonte apuntó que «evidentemente se intentaría que forzaran. Si vemos que con medicación el futbolista puede forzar, pues se haría, pero no se va a hacer para que a los diez minutos el jugador pida el cambio».

bfernandez@lavozdigital.es