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«Mis fans no son sólo lesbianas»

Vuelve a 'Hospital Central' tras su baja maternal y la de su personaje para vivir un cruce de amor entre tres mujeres

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Fátima Baeza forma parte del trío de actores que se mantiene en Hospital Central desde sus inicios, hace nueve años. La actriz madrileña ha hecho un paréntesis de siete episodios en la veterana serie de Videomedia para vivir sus cuatro meses de baja maternal, que ha coincidido con la de su propio personaje, Esther. A su vuelta al Central, este miércoles, las circunstancias sentimentales de la enfermera cambiarán mucho, ya que su pareja en la ficción, Maca (Patricia Vicó) se ha enamorado de Vero (Carolina Cerezuela) con lo que se crea un cruce de amores entre tres mujeres inédito en la ficción española.

-No es la primera vez que se hace coincidir el embarazado de una actriz con el de su personaje.

-En nuestra serie son expertos en embarazos porque también lo estuvieron Alicia Borrachero, Patricia Vicó, Amaya Lizarralde y Paula Gálvez. Hay que agradecerles que nos dejen hacer este paréntesis.

-¿Cómo le sienta la vuelta a su personaje, Esther?

-Va a cambiar para sorpresa de todos los que están en el hospital y vuelve con nueva energía. Y habrá otros posibles amores.

-Es la única serie española que trata de forma dramática el lesbianismo. Sólo hay un precedente, el de Diana (Anabel Alonso), pero era de una comedia, 7 vidas. Ahora, en el Central, se produce un trío.

-Estamos muy contentas. Los guionistas plantearon esta cuestión de una forma muy seria, como una historia de amor lo más próxima a la realidad y a la normalización de estas situaciones. Y se ha producido un éxito total de público y crítica. Recibimos mensajes y correos de todas partes del mundo, porque se sienten reflejadas. Ha sido un hito y un brote de aire fresco para muchas personas que lo estaban esperando. Nos agradecen que se cuente una historia con normalidad, sin grandes dramas y sin comedia. Además, nadie se ha incomodado, veo por la calle que todo el mundo ha entendido la perspectiva de lo que se quería contar.

-Pero siguen existiendo tabúes.

-Sí los hay. En las grandes ciudades tal vez todo esté más matizado, pero en los lugares más pequeños, y dependiendo de las creencias, todavía no se acepta.

-¿Qué ha significado para usted la serie?

-Para mí siempre habrá un antes y un después de Hospital Central. Yo había hecho más teatro y la serie me ha enseñado muchísimo de la técnica audiovisual, una riqueza y una práctica importantes, además de hacer una labor social con esta trama a nivel humano. Por otra parte, la popularidad que te da la televisión no la encuentras en otro medio.

-Hasta tiene un club de fans.

-Sí, imprescindibles. Ahí están cuando estreno algo. Y no son lesbianas.

-Estuvo nominada para el premio a la mejor actriz secundaria en los galardones de la Unión de Actores.

-Sí, pero también estaba Carmen Machi por 7 vidas, lo tenía difícil y, claro, se lo dieron a ella.

-Las series veteranas siguen contando con una audiencia mayoritaria, pero los nuevos títulos tienen difícil asentarse.

-A veces, las exigencias de las cadenas no dejan que se acomoden y que el producto respire. De las nuevas me gustan Lex, la serie de Javier Cámara, que me parece que tiene buena factura y La que se avecina. La trayectoria que ha tenido la ficción española ha sido espectacular, desde Farmacia de guardia y Verano azul, ha sido una fuerte progresión y estamos en un nivel alto respecto a Europa, claro que no se puede comparar con Estados Unidos. Pero Un paso adelante triunfó en Francia, y Hospital Central se ha comprado en Italia.

En la gran pantalla

-Va a tener ocasión de que le vean en la pequeña pantalla en un papel distanciado de la comedia.

-Es un reto, porque si el espectador está esperando ver un 7 vidas 2 pues no, se confunde. Sí es cierto que como me fui de aquella comedia en un momento álgido de audiencia y seguro que la gente espera verme en el mismo registro. Y habrá situaciones divertidas, pero no sólo eso porque también contiene drama y emociones.

-¿Tiene miedo a que la serie no obtenga el respaldo de la audiencia?

-He aprendido a valorar que no es culpa mía, al menos no sólo mía, sino de la contraprogramación, del horario, de si el ritmo es apropiado, si ese día hay un acontecimiento especial... Me acuerdo que cuando empezó 7 vidas hacíamos un 15% y Telecinco aguantó. Tardamos mucho en arrancar, aunque en aquel tiempo la serie era barata.

-Ahora no hay mucha paciencia.

-No me extraña, porque la competitividad es mucho más fuerte. Ahora bien, la apuesta personal de Globomedia en esta serie es grande. Y Antena 3 está cuidando mucho las series.

-¿7 vidas fue la responsable de su salto al cine?

-Salir en series y tener éxito en ellas ya no viene mal para el cine. Antes no, resultaba fatal para los cineastas que hubieras trabajado en la televisión. Cuando hice con Andrés Pajares ¿Ay señor, señor! hubo algunos problemas para hacer películas. Pero ahora la popularidad de la tele viene bien y hay un constante flujo entre la televisión y el cine que antes no existía. Sobre todo por la gente joven que va al cine.