Rossi arrasa ante sus ídolos

Valentino Rossi ratificó su condición de rey de Mugello al conseguir su séptimo triunfo en el trazado toscano ante cerca de cien mil apasionados que volvieron a invadir la pista para aclamar a su ídolo. Fue larga la sequía de triunfos del transalpino, pero en Italia alcanzó su tercer triunfo consecutivo con gran autoridad, para subir al podio flanqueado por Casey Stoner y Dani Pedrosa.

Rossi, que arrancaba desde la pole, se puso primero en la cuarta vuelta de carrera, tras superar primero a Pedrosa y poco después a Stoner, que mandaba en aquel momento y que finalmente conseguiría su primer podio en Mugello con la Ducati. Pero, ciertamente, Valentino dejó atrás a todos con facilidad y se dedicó a disfrutar pilotando ante los suyos.

Pedrosa y Stoner mantuvieron cierta lucha, pero al final el australiano marcó las distancias frente al español, que sería definitivamente tercero.

Sólo faltaba en el podio uno de los grandes protagonistas del año, Jorge Lorenzo, pero ésta vez el mallorquín no pudo concluir la carrera y por primera vez en lo que va de temporada dejó de sumar puntos en su marcador.

Por los suelos

Lorenzo sufrió problemas de puesta a punto durante los entrenamientos, pero salió dispuesto a enmendarlos en carrera.

Remontó posiciones, parecía ir bien, pero se fue al suelo en la sexta vuelta cuando rodaba en la sexta posición y acosaba a Dovizioso. El Mundial prosigue sin descanso rumbo a Barcelona, ciudad que albergará el próximo domingo una gran cita en el Circuito de Catalunya. Allí llega Valentino Rossi liderando la general con doce puntos de ventaja sobre Dani Pedrosa, que ahora es segundo, mientras que Lorenzo es tercero a 16 de Dani y a 28 de Rossi.

250 cc.

Alex Debón consiguió enmendar un fin de semana complicado con una segunda plaza que le permite recortar distancias en la general, pero el verdadero y lamentable protagonismo de la carrera del cuarto de litro estuvo en los incidentes, especialmente en el provocado por Marco Simoncelli y que pudo costarle muy caro a Héctor Barberá.

El primer líder fue Álvaro Bautista, quien se escapó con rapidez camino al triunfo, pero el de Talavera se cayó en la séptima vuelta y dejó la lucha en manos del dúo compuesto por Simoncelli y Barberá. Ambos luchaban mano a mano y generalmente el valenciano neutralizaba cualquier ataque del italiano y le superaba en la larga recta. Pero, de repente, Simoncelli varió bruscamente su trayectoria en la última vuelta e hizo caer a Héctor a 240 km/h.

Fue una caída que destapó la polémica. El equipo del español presentó una reclamación, pero la dirección de carrera la desestimó y Simoncelli celebró su triunfo en casa. Al menos, Barberá resultó muy afortunado al escapar ileso de un accidente que podía haber tenido fatales consecuencias porque en el toque se bloqueó el freno delantero de su Aprilia y salió despedido para golpearse bruscamente contra el asfalto. La segunda posición fue para Alex Debón, que cruzaba la meta a medio segundo de Simoncelli, y el suizo Luthi completaba el podio de una carrera repleta de caídas. Entre ellas sobresalió también la de Héctor Faubel cuando rodaba octavo. Así las cosas, Mika Kallio acabó cuarto, pero continúa al frente de la general, con Pasini segundo y Alex Debón tercero, a nueve puntos del italiano.

Una abeja en acción

En 125 cc. también acabó un español en el cajón. Pol Espargaró consiguió la tercera plaza en una emocionante carrera donde un grupo de doce pilotos realizaba maniobras imposibles vuelta tras vuelta. El vencedor, casi en la propia línea de meta, fue Simone Corsi, recuperando de este modo el liderazgo en la general al imponerse por sólo diecinueve milésimas de segundo ante Gabor Talmacsi. Espargaró concluyó a treinta y seis milésimas del italiano y sumó su primer podio del año a pesar de la inoportuna presencia de una abeja debajo de su mono. Batalló hasta el final dentro de un grupo donde los cambios fueron constantes y donde también estaban los españoles Gadea, Terol y Olivé.