«No me gustan los hoteles de bajo coste»

Gonzalo Galera comenzó a dar sus primeros pasos en esto del turismo a la vez que el sector arrancó en la provincia. Los profesionales de este mundo recuerdan ya sus inicios en el mítico hotel jerezano Los Cisnes y su posterior trayectoria en otros alojamientos emblemáticos como el Alfonso XIII en Sevilla. Desde su labor como botones en el primero hasta terminar siendo director adjunto del hotel sevillano pasaron años de dedicación. Desde 1988 dirige el Sherry Park, un hotel de ciudad, de cuatro estrellas, que se caracteriza por su trato al cliente. Su largo recorrido profesional le da una perspectiva profunda y una valoración comedida de la situación actual.

-¿Hablamos de crisis o del desarrollo que aún queda por verse en esta provincia?

-De recesión se está hablando mucho últimamente, y es cierto que nosotros hemos notado una bajada en la demanda en los dos primeros meses del año, pero, por ahora, nada más. No creo que esto llegue a los niveles de la crisis que sufrimos en 1993, después de la Expo y que, por cierto, también vino de la mano de una quiebra inmobiliaria. Afortunadamente, a esta provincia le queda mucho por desarrollar.

-¿Qué opinión tiene de los llamados alojamientos de bajo coste que se han anunciado en la ciudad de Jerez?

-No me gustan nada. Yo estoy acostumbrado a otro tipo de hostelería. Entiendo el servicio si se da al estilo del Alfonso XIII. No creo en esos modelos que me comenta y, personalmente, los evitaría. En cambio, el caso de los hoteles Ibis si me parece más correcto, porque ellos venden un producto cerrado, igual en todas partes. Pero eso no es turismo, esos es un simple alojamiento para pasar una noche.

-¿Cree que la aparición de estos alojamientos puede afectar a otros de mayor calidad?

-Aunque no tengan nada que ver, algo estropea. Por ejemplo, en el caso de nuestra cadena, los Barrosa en Sancti Petri, que tienen una excelente calidad, si les ponen al lado un mastodonte con un todo incluido rompe con esa calidad superior que se persigue en el destino.

-¿Cómo espera que influya el nuevo Palacio de Congresos en Jerez?

-Este nuevo atractivo será fundamental porque la planta hotelera jerezana ha crecido por encima de la demanda y sólo con la puesta en marcha de tres o cuatro buenos congresos al año estaríamos más que cubiertos. Esto será el colofón para el sector. Da mucho mejor servicio un hotelito de dos estrellas que uno de estos de bajo coste.

-Queda claro que cambiaría este modelo por el del servicio de calidad. ¿Cambiaría también algo la formación de los nuevos profesionales?

-Sobre todo, en el tema de las prácticas y los idiomas. El alumno debería conocer en profundidad todos los departamentos del hotel, no sólo la recepción. Y cuando estén formados aquí deben volar, para aprender más. Todos lo hicimos. Ya tendrán tiempo de volver, con más experiencia.

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