EX REHÉN. Álvaro Uribe, a la derecha, visita al antiguo congresista Eladio Pérez. / EFE
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El presidente Uribe se deja querer ante las movilizaciones para que aspire a un tercer mandato

La ley dice que quien haya ejercido la presidencia de la República por dos periodos podrá ser reelegido para otro periodo Una mujer, Margarita Andrade, liderará la campaña por la reelección a escala nacional

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El presidente Álvaro Uribe ha logrado un hito en la historia de Colombia y de otras muchas naciones: en el ecuador de su segundo mandato mantiene unos niveles de popularidad tan altos o más que cuando llegó al poder. Sólo en seis días, sus simpatizantes lograron recoger 350.000 firmas para presentar una solicitud ante el Congreso con el fin de que convoque un nuevo referéndum para una reforma constitucional que le permita optar a postularse para un tercer mandato ininterrumpido.

El proyecto de ley dice: «Quien haya ejercido la presidencia de la República por dos períodos constitucionales podrá ser elegido para otro mandato». La idea es presentarlo en el Congreso entre agosto y octubre. Las leyes nacionales exigen un mínimo de 1.403.069 firmas para que se convoque una consulta, pero sus organizadores esperan poder llegar a los tres millones. Además recaudaron unos 300 millones de euros, aunque necesitan 450 más.

Líder de campaña

La fundación Colombia Primero, nombró un comité organizador de nueve miembros y eligió a la empresaria Margarita Andrade García para liderar la campaña por la reelección a nivel nacional. Cuenta con que su iniciativa superará sin problemas el escrutinio de los legisladores quienes tendrán como referencia la popularidad del mandatario confirmada por una encuesta Gallup del 5 de mayo, que le daba el 79% de apoyos y un 83% de respaldo a su gestión. Andrade explicó que la idea es que sean los mismos colombianos los que a través de sus firmas motiven la aprobación de la ley que permita una segunda reelección de Uribe.

Una tarea posible, ya que para el mandatario colombiano no parece existir la palabra «desgaste» ni ningún escándalo afecta a su reputación. Aunque la oposición ya se está movilizando en contra.