To tube or not to tube, that´s the question

El regalo de entradas ha tenido un éxito sin parangón. Hoy va a haber más gente en Chapín que en la cocina de Los Serrano a la hora del desayuno. Esta tarde va al fútbol todo el mundo. Incluso los que no han ido ni una vez en toda la temporada y le preguntan al de al lado: ¿Cuál es el Xerez? Irán incluso algunos que no saben diferenciar Preferencia de Fondo Sur y querrán entrar por cualquier puerta, por la que le coja más cerca. De todas maneras, bienvenidos sean. Aunque todo hay que decirlo, los precedentes de empetamiento en Chapín no son muy halagüeños. Enorme sangangui y gindama extrema me produce la situación, pero por encima está mi fe ciega y total confianza en que el cuñado de Rocky, el Poli, salga de Chapín siendo equipo de Segunda B, señal de que nos habremos llevado el gato al agua. Y que quede por delante que no me hace ninguna gracia que bajen los celestes, pero es que nos va la vida en ello y si tenemos que hacer que ellos bajen para hacer realidad nuestro deseo de no hacerlo, pues habrá que apechugar por muy fea que sea el desenlace ejidense. El encuentro lo va a arbitrar Amoedo Chas Y aparezco a tu lado, quien tiene una canción en honor a él que le dedicaron en su día Álex y Cristina, si mal no recuerdo. Esa que decía: «Cuando crees que me ves cruzo la pared, Amoedo Chas y aparezco a tu lado». No apto para cardíacos, el Xerez-Poli es de esos partidos que hacen afición. Tensión a raudales, fatiguitas dobles, ambientazo Ingredientes todos ellos que acreditan que vamos a vivir noventa minutos de emociones fuertes, emociones culturistas diría yo, que esas sí que son fuertes, tanto o más que una tortilla de caramelos Hall´s Eucalipto.

Hace dos semanas vi a gente llorando cuando el partido llegaba a su fin ante el Castellón. Emociones contenidas encontraban su vía de escape en las lágrimas de los sufridos xerecistas. Si esta tarde le da a un colega por poner un puesto de Kleenex en Chapín, se forra. El encuentro de hoy supera en emoción al final de Rocky IV cuando parece que Iván Drago se va a cargar a Balboa y finalmente el Potro Italiano reacciona y con certeros golpes al hígado del ruso, aderezados con directos y crochés de bella ejecución, terminan con el soviético en la lona. Uuuffff, qué descarga de adrenalina. Pues lo de esta tarde es todavía más espectacular.

Los hinchas del Pelirón se encargarán, capitaneados por Pablo con su micro, de hacer rugir a las gradas del coliseo jerezano. El que no anime que no vaya. Entre todos debemos poner nuestro granito de arena para amedrentar, acongojar y acojonar al equipo ejidense de Castro Santos, que tiene toda la cara de Macario. Nuestro grito de guerra será: XEREZ. La situación actual es jodida, pero si echamos la vista atrás y recordamos como hace tres meses, más o menos, estábamos a nueve puntos de la salvación, lo de ahora nos sabe a gloria bendita. Dependemos de nosotros y ganando dos de tres nos quedamos en Segunda. Eso quiere decir que si no ganamos hoy, no lo quiera Dios, aún estaríamos vivos, aunque muy en el filo del precipicio. Así que vamos a dejarnos de pamplinas y chuminás que ahora no vienen al caso y vamos a tumbar al Polideportivo Ejido. Antes del partido hagan gárgaras con limón y miel, y denle juego a sus muñecas para después poder cantar, gritar y agitar las bufandas en Chapín sin temor a indeseables gallos o pollos y a contracturas en las muñecas.

Al Bar Patatas y Nata, más conocido como Papanata, y a todos los demás locales de copas sitos en los aledaños de Chapín les recomiendo que se surtan de bebercios varios ante la oleada descomunal de xerecistas, neoxerecistas y xerecistas de barra de bar y periódico, que se van a dar cita en ellos para tomar algo antes de que comiencen las hostilidades en el césped. Esta tarde vamos a dar un paso definitivo. Un pequeño paso para la Humanidad, pero un gran paso para el Xerecismo. Ganamos, nos colocamos con 48 puntos y las puertas de la Segunda se nos abrirán de par en par para que la categoría de plata del balompié español nos acoja en sus entrañas un año más.

Vuelvo a reiterarlo, To tube or not to tube, lo dijo Shakespeare, Chespir, para los amigos. Quien en su día esgrimió lo siguiente: «Si tuviera mil hijos, el primer principio humano que les enseñaría sería rechazar libaciones tenues y dedicarse al jerez». Frase esta que me alegra sobremanera y calma mis nervios, ya que pone de manifiesto que el genial escritor inglés era del Xerez y defensor de Jerez. Así que el que se va pa los tubos esta tarde es el Poli Ejido.

Ya les dejo concentrarse. Ya me marcho para Chapín. A disfrutar con mi equipo. A animarlo. A desgañitarme por él. A empujar al Ejido al abismo, o lo que es lo mismo, a que se salve el Xerez. A POR ELLOS. FORZA XEREZ.