perfil | Aung San Suu Kyi

Símbolo de la democracia y pesadilla de la Junta Militar

RANGÚN/BIRMANIA Actualizado: Guardar
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Aung San Suu Kyi, líder del movimiento democrático birmano y pesadilla del régimen militar, lleva desde 2003 bajo arresto domiciliario sin juicio previo. La extensión del mandato de su cautiverio en su casa de Rangún, en la Avenida de la Universidad, se ha convertido en una rutina periódica que mantiene a Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, sin teléfonos ni Internet, y con las visitas controladas.

Su primera etapa de confinamiento comenzó en julio de 1989, un año después de su regreso a Birmania (Myanmar) para cuidar a su madre, Khin Kyi, gravemente enferma, y concluyó seis años después. El castigo le volvería a ser impuesto en septiembre de 2000, cuando desafió a la Junta Militar y trató de subir a un tren para viajar al norte del país.

Durante su segundo periodo de arresto, esta vez al contrario de lo ocurrido en la anterior, la Junta Militar permitió a Suu Kyi reunirse de vez en cuando con miembros de su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND), y escogidos diplomáticos como el representante especial de Naciones Unidas para Birmania , Razali Ismail. El 30 de mayo de 2003 perdió de nuevo la libertad, durante una gira por el norte cuando seguidores del régimen atacan su caravana y sus partidarios la defienden, produciéndose un enfrentamiento que se saldó con 70 muertos.

La inmensa popularidad de la que goza Suu Kyi entre el pueblo birmano está fuertemente ligada al hecho de que es la hija del general Aung San, el héroe de la independencia del país, asesinado en 1947.

Ganadora en los comicios de 1990

Nacida en 1945, Suu Kyi residió durante la primera mitad de la década de los años sesenta en la India, donde su madre, Khin Kyi, ocupaba el cargo de embajadora. En 1964 partió a Oxford (Reino Unido) para cursar estudios de Filosofía, Economía y Política y conoció al que, posteriormente, se convirtió en su marido, Michael Aris, con el que tuvo dos hijos, Alexander (1973) y Kim (1977).

Tras un periodo de trabajo y estudios en Japón y en Bután, Suu Kyi regresó a Birmania en 1988 para cuidar a su madre, ya anciana, pero enseguida se vio envuelta en el movimiento pro democracia birmano contra la dictadura militar. El régimen respondió a la revuelta con la fuerza bruta y más de 3.000 manifestantes murieron en las calles de Rangún, pero no pudo contener el ímpetu de sus peticiones y en 1990 la Junta Militar se vio obligada a convocar elecciones generales.

La LND de Suu Kyi, quien cumplía su primer arresto domiciliario, ganó por amplia mayoría los comicios, cuyos resultados nunca fueron reconocidos por los dirigentes militares.

La Junta Militar negó el visado a su marido moribundo

La tragedia golpeó la vida de Suu Kyi cuando en 1999 su marido falleció en Londres, víctima del cáncer, sin haber podido viajar a Birmania para despedirse de su esposa, a la que no había visto en los últimos tres años. El Gobierno militar negó el visado de entrada en Birmania al moribundo marido de Suu Kyi, quien a su vez se resistió a viajar a la capital británica por temor a que a su regreso las autoridades le impidiesen el acceso al país.

Tras hacerle caso omiso durante años, la Junta Militar optó en octubre de 2000 por mantener conversaciones con Suu Kyi, quien tiempo atrás había dicho: "cuando me uní al movimiento democrático hice ciertas promesas, y una de ellas es que no abandonaré hasta haber conseguido nuestro objetivo".

La líder birmana ha ganado numerosos premios internacionales entre los que se encuentran el Nobel de la Paz (1991), el Sajarov del Parlamento Europeo (1990), el Rafto de Derechos Humanos (1990) y la Medalla de la Libertad que otorga el presidente de Estados Unidos (2000).