Imagen de archivo de Sydney Pollack. /REUTERS
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Sydney Pollack, un amante de las celebridades

El cineasta deja una prolífica carrera para el disfrute de los apasionados del séptimo arte

LOS ANGELES Actualizado: Guardar
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El insigne Sydney Pollack, que alcanzó la fama en las décadas de los 70 y 80 con películas como Memorias de África, ha fallecido víctima de un cáncer. Polifacético, el cineasta se consagró al cine en muchas de sus formas, primero como actor, después como director y durante sus últimos años se dedicó a la producción, si bien volvió a reaparecer en la gran pantalla en cintas como Michael Clayton.

Su carrera, sin embargo, será recordada por su trabajo detrás de las cámaras en más de 40 filmes, especialmente en su faceta como director durante la primera mitad de los años 80. De esa época es la renombrada Tootsie (1982), una comedia que marcó su carrera y logró 10 nominaciones a los Oscar, a pesar de que la Academia de Hollywood le concedió la estatuilla únicamente a Jessica Lange por su actuación como actriz de reparto.

Pollack era un amante de las celebridades del cine, que se convirtieron en una tónica general en casi todas sus producciones, de hecho fue famosa su amistad con Robert Redford, con quien realizó siete películas, entre ellas Memorias de África (1985). Esta producción le valió para conseguir la estatuilla en la categoría de director, en la que ya había estado nominado en dos ocasiones: Tootsie y They Shoot Horses, Don't They? (1969).

Inicios como actor

Los comienzos de Pollack, nacido el 1 de julio de 1935 en el Estado de Indiana, estuvieron ligados a la interpretación, un arte que estudió en The Neighborhood Playhouse School of the Theatre de Nueva York, donde acabó dando clases y conoció a una estudiante que en 1958 se convertiría en su mujer, Claire Griswold.

Su debut en la gran pantalla como actor no llegaría hasta 1962 con la cinta War Hunt, aunque pronto dejaría la actuación en un segundo plano. De su matrimonio nacerían tres hijos, uno de los cuales moriría en 1993 en un accidente aéreo. Una desgracia que mantuvo a Pollack apartado del cine durante unos años. Reaparecería en 1995 con Sabrina, adaptación de la célebre película que Billy Wilder rodó en la década de los 50, y cuatro años después Caprichos del destino.

La producción, su última pasión

Pollack, distinguido en el 2002 por el Festival de Cine de Locarno (Suiza) con un Leopardo de Oro Honorífico a su trayectoria, combinó la realización con la labor de producción para otros directores, sobre todo en los últimos tiempos. Son los casos de la cinta de Ang Lee Sentido y sensibilidad (1995), o El paciente inglés (1996) y Cold Mountain (2003), de Anthony Minghella.

Sus últimos proyectos fueron The Reader y Margaret, películas que están previsto que se estrenen este año. La boda de mi novia, filme que está actualmente en la cartelera de EEUU, pasará a la historia como su última aparición en la pantalla por su papel de Thomas Bailey.