Jugamos todos

Igual de mal que siempre, igual de inoperantes en ataque, con las mismas pocas ideas en el centro del campo que toda la temporada y sin saber a que se juega.

Si algo aquí no ha fallado ha sido la afición. Entonces ¿por qué se pide el apoyo a través de un anuncio en la web oficial del equipo? ¿Por qué los aplaudidores si la grada ha apoyado siempre hasta cuando no lo han merecido?

Pero en fin, es una cosa más de todo el desbarajuste en el que se ha convertido el Cádiz esta temporada. Siempre me ha hecho mucha gracia esa frase de los jugadores cuando dicen que los primeros interesados en sacar esto adelante son ellos. Pues yo nunca me la he creído. Si esto se va al traste, ellos buscarán acomodo en otro equipo mientras que la entidad, la ciudad y la afición es verdaderamente quien desciende.

Lo mismo de siempre. Pero bueno, aun queda Liga. Puntos por delante para conseguir la hombrada, una hombrada que no es tal, pero bueno con los jugadores que tenemos sí es una hombrada. Una hazaña era cuando había que ganar cuatro partidos quedando tan sólo dos pares de encuentros, eso sí.

Por lo tanto en este caso, debe ser más fácil porque no es necesario ganar los tres que restan hasta el final de temporada.

Pues aún siendo mucho más fácil, porque no hay que conseguir el pleno de victorias, la sensación no es la misma que teníamos en aquellos años de Primera División de las permanencias milagrosas de los Kiko, Tilico, Dertycia, Carmelo y compañía.

La afición creía en los jugadores, creía que era posible y lo más importante, los jugadores de aquel Cádiz también creían. Eso ha cambiado. ¿Quién de los presentes tiene confianza en que el Cádiz ganará en Málaga la semana que viene? Y lo que es peor ¿Qué jugadores del actual equipo pensáis ustedes que creen en el milagro? Quizás se consiga la permanencia, igual que un año no se consiguió el milagro de permanecer en la anterior época, pero la sensación que daba el Cádiz de los ochenta y principio de los noventa, desgraciadamente, no es la sensación que da el de ahora, aunque nos duela es así.

Y punto.