«Sé que algún día moriré»

Hundido en un sillón de cuero de un moderno hotel de Belgrado, entre cervezas, agua y cigarros de liar, Rodolfo Chikilicuatre bebe el penúltimo sorbo de fama antes de competir en Eurovisión. Ya queda menos, pero el deber manda. Ha atendido a decenas de medios nacionales y extranjeros; y hoy le queda un ensayo general antes de la gran cita. Los días ya cargan y la sonrisa se apaga, por lo que las ganas de que llegue el sábado se hacen cada vez más manifiestas.

-Hace una semana dijo que se veía entre los cinco primeros, ¿sigue pensando lo mismo?

-El Chiki chiki es un baile muy innovador y hay que esperar a ver qué tal lo aceptan. Todo lo demás son temas más clásicos. Además, ya no está el pavo de Irlanda.

-Precisamente al pavo Dustin le han dado matarile a las primeras de cambio, ¿teme algo parecido?

-Hombre, creo que nuestra canción es mejor que la del pavo. El día que lo eliminaron estuvimos ahogando penas en el piano bar del hotel y le puedo decir que es el mejor animal que he conocido.

-No obstante, cuenta un rumor que en Serbia nos quieren mucho por no apoyar la autonomía de Kosovo.

-Algo me ha llegado. Sin embargo, creo que Eurovisión es un poco lotería. Si caes en gracia, bien; si no, no te comes un colín. Un secreto: o quedamos muy bien o rematadamente mal.

-Las revistas locales le presentan como un «innovador» de la música.

-Innovador... Bueno, si innovar es traer a una bailarina que se cae cuatro veces, sí; si innovar es que, por primera vez en el festival, cuatro bailarinas levantan al cantante, también.

-En todo caso, ya ha amagado con exiliarse de España si queda el último.

-Sí, sí. Me voy a San Martín de Los Andes, en Argentina, a pasear al ganado y recoger la huerta. Lo juro.

-De usted dicen que es el «más idóneo representante de nuestra nueva España zapateril». ¿Casi nada!

-Ah sí, qué profundo. Lo dicen de buena fe. Le aseguro que no sé nada de fuera. No he leído nada desde la noche en que me eligieron. Es más, hasta hace una semana no había visto el vídeo del Chiki chiki.

Con los niños

-Pero será consciente del fenómeno que ha generado.

-Poco a poco. En Belgrado los niños me dicen por la calle Perea perea; y yo les digo que Perea es el apellido de Fran. Pero como no me entienden...

-¿Qué ven los niños en usted?

-Fácil. Una letra sencilla y cuatro pasos básicos que los memorizan como el Padre Nuestro. Pasa con Paquito el chocolatero y ocurre conmigo. Los niños crecen cada día con un gusto musical más exquisito.

-La exaltación de su figura ha llegado a tal punto que un pueblo aragonés quiere poner Chiki chiki a una calle.

-No hay que ser trascendentes. El sentido del humor es el mejor alimento y la gente me utiliza para quitar hierro a determinados asuntos.

-Le exprimen como un limón, ¿está cansado?

-Si seguimos aquí una semana más me da algo. Es como una reunión de compañeros de oficina. El que salte me lo como.

-¿Chikilicuatre tiene fecha de caducidad?

-Soy consciente de que algún día moriré. MÁS INFORMACIÓN EN www.cadizrock.com