El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido (i), junto a su homólogo italiano, Andrea Ronchi (d), se saludan en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. /AFP
lucha contra la inmigración ilegal

El Gobierno respeta la decisión de Italia pero teme que las medidas deriven los flujos migratorios

El Ejecutivo de Berlusconi asegura que existe una "emergencia de seguridad" y que no se va a equiparar a inmigrante con delincuente

MADRID Actualizado: Guardar
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La polémica iniciativa aprobada ayer por el Gobierno de Silvio Berlusconi y que contempla la tipificación como delito de la inmigración ilegal en Italia, ha suscitado temores en la Unión Europea en general y en España en particular. El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, ha asegurado que el Gobierno "respeta" la decision del Ejecutivo italiano pero ha advertido de que "podría afectar a otros países del entorno derivando los flujos migratorios de forma desproporcionada, no sólo hacia España sino hacia otros países europeos".

En rueda de prensa tras reunirse con el ministro de Política Comunitaria italiano, Andrea Ronchi, López Garrido ha explicado que el considerar un delito la inmigración ilegal "afecta a los demás países" de la Unión Europea y por tanto esta decisión, a juicio de López Garrido, debería haberse "consultado" con los socios europeos, teniendo en cuenta además que actualmente se discute la elaboración de una política europea de inmigración. "Nos parece que no es la mejor vía para ir hacia una política común", ha afirmado.

El secretario de Estado de la UE ha reseñado que "es ilusorio pensar que un país pueda resolver solo el problema de la inmigración" ya que "el fenómeno sólo puede ser abordado por el conjunto de la UE" y ha explicado que el proceso de regularización en España en 2005 fue "una medida que en absoluto podría afectar a otros países porque era que los inmigrantes se quedaran en España".

Italia explica que tiene una "emergencia de seguridad"

El ministro italiano ha defendido las decisiones adoptadas por su Gobierno -que ahora tiene que aprobar el Parlamento- y ha subrayado que "no se trata de equiparar a inmigrante con delincuente" sino de "ser drástico con la minoría" de inmigrantes que delinquen. " Italia tiene una emergencia de seguridad y Europa debe entenderlo", ha señalado.

Ronchi ha asegurado que su visita a Madrid no busca "justificar" las decisiones adoptadas, "sino hacer entender que Italia ha cambiado de registro". Según el responsable italiano, Berlusconi y sus aliados basaron su campaña electoral en la promesa de "más seguridad para los ciudadanos" y después de que Italia se hubiera convertido en "la puerta de entrada" para la inmigración ilegal.

"Italia no ha sido nunca un país racista ni antisemita" y lo que se busca, según ha señalado, lo que se busca es "hacer entender" a los que están en situación irregular en Italia y cometen delitos que esto no se seguirá tolerando.

Ataques contra los campamentos de gitanos rumanos

En este sentido, y tras ser preguntado sobre los ataques de la semana pasada contra campamentos de gitanos rumanos, Ronchi ha recordado que en el caso de Roma se produjo después de que "una mujer gitana intentara robar un bebé de 6 meses", si bien ha querido dejar claro que este delito no justificaba la actuación de quienes atacaron el campamento.

"Estos incidentes no sólo deben ser condenados sino reprimidos", ha subrayado, y "quienes los han cometido deben ser encarcelados". No obstante, ha reconocido que el "linchamiento es un fenómeno social que se produce en todo el mundo" y que tampoco se puede regular el que los ciudadanos "se tomen la justicia por su mano", aunque hay que intentar evitarlo.

Asimismo, Ronchi ha defendido que "quien llega a Italia debe respetar mi cultura, nuestra religión, nuestra identidad italiana y todas las reglas de convivencia civil". "Quien no acepta esto no puede estar en Italia", ha aseverado.