ESTILO PROPIO. Guardiola aplicará sus métodos. / AP
PRIMERA DIVISIÓN

El Barça cambia de método

Guardiola aplicará rigor y disciplina para enterrar la benevolencia de Frank Rijkaard

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Ya hay culpable. Las comparecencias del presidente del Barcelona, Joan Laporta, del vicepresidente deportivo, Marc Ingla, y del secretario técnico, Txixi Begiristain, apuntaron hacia Frank Rijkaard como el principal culpable del desastre de las dos últimas temporadas. El motivo: no saber controlar un vestuario que se le fue de las manos. Junto al holandés también aparecieron como responsables del fracaso las llamadas vacas sagradas del vestuario. Una vez que la cúpula azulgrana ya ha dictado sentencia toca trabajar. La primera maniobra pasa por cambiarle la cara a la primera plantilla tanto en nombres como en forma de trabajar. Aquí esperan que aparezca el efecto Guardiola. Tanto Txiki como Laporta confían en el catalán para modificar el comportamiento y la implicación del vestuario. Se lo facilitarán con incorporaciones y también con plena confianza sobre su gestión.

Tal y como ya ha venido demostrando durante la presente temporada con el filial azulgrana, Pep Guardiola ofrece mayor rigurosidad y control que su antecesor. Al de Santpedor le gusta gestionar el vestuario con disciplina combinando proximidad con mano dura cuando se deben tomar decisiones. A esa forma de actuar le suma una pasión casi obsesiva por la metodología de trabajo destacando su predilección por una preparación física que considera fundamental en la actual era del fútbol mundial.

Estas dos cuestiones, control del vestuario y preparación física, arrojan las principales diferencias respecto a la autogestión de Frank Rijkaard que tan buenos resultados le dio durante las primeras tres temporadas hasta que sus fantásticos decidieron vivir de rentas. Para que Guardiola pueda desarrollar su método, la directiva azulgrana le brindará varias incorporaciones de cierta relevancia. Fichajes que puedan crear un bloque compacto lejos de los vicios del pasado. El primero en llegar será Gerard Piqué. El Barça abonará al Manchester United un traspaso de cinco millones de euros por el joven central criado en su cantera.

Los siguientes en vestirse la zamarra azulgrana deberían ser dos futbolistas del Sevilla. La incorporación de Seydou Keita parece más factible a tenor de su cláusula de rescisión que se cifra alrededor de los 15 millones de euros. Una cantidad que el Barça está dispuesto a pagar. Más complicada se aventura la transacción de Dani Alves por el que el presidente andaluz, José María del Nido, pide unos 30 millones de euros.