Tanto que leer

ompré en la Feria el libro más adecuado a la exaltación de la lectura que allí se ha oficiado estos días. Se llama Una lectora nada común y es de un autor inglés llamado Alan Bennett. Está en Anagrama y no hay que perdérselo. Cuento rápido su argumento: La reina de Inglaterra, al correr tras sus perros, se topa con un bibliobús, toma un volumen y comienza a leer. Descubre que un libro lleva a otro y que nada se puede comparar con ese disfrute. El entorno de palacio se preocupa, porque todo el estable y ficticio orden montado en torno a ella se altera. La nueva manía real pone en evidencia la incultura galopante de su entorno, que le presiona. Pero la soberana recorre su propio camino. Narrado con un humor desternillante, lleno de crítica ácida a las convenciones, es como un gran divertimento a partir de la aventura de leer. Como la Feria, que un año más ha triunfado en público y ventas, porque aquí, sí, hay muy buenos libreros y muy buenos lectores.