Una mujer de 67 años es asesinada por su ex pareja en su vivienda de Pago San José
El agresor, de 77 años y residente en Montellano, degolló a la víctima tras golpearla con una maceta en la cabeza El presunto homicida, que fue detenido en el lugar de los hechos, tenía una orden de alejamiento desde marzo
Actualizado: Guardar«¿Lo ha hecho! ¿Lo ha hecho!», gritaba desconsolada ayer la sobrina de María Juana López, última víctima mortal de la violencia de género, a las puertas de la vivienda de su tía. Y es que ayer F. G. A., de 77 años, cumplió las amenazas que durante meses había estado realizando a María. Ella -que era viuda-, comenzó hace más de un año una relación sentimental con él, que acabó el pasado enero. Desde ese momento se inició su calvario. Amenazas constantes a través del teléfono llevaron a la víctima, de 67 años, a denunciar a su agresor ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Jerez. Tras ello, el 25 de marzo se dictó una orden de alejamiento judicial contra el F. G. A. que éste no respetó en varias ocasiones.
De hecho, «hace menos de una semana él la llamó asegurándole que se había intentado suicidar y a María le dio pena, por lo que lo atendió y cuidó», aseguraban los vecinos de la calle Isaac Albéniz, en Pago San José, lugar donde se produjo ayer el trágico suceso. Según diversas fuentes, la víctima y el presunto homicida habían convivido bajo el mismo techo, después de haberse conocido en un programa de televisión, y hasta que María decidió acabar con la relación. Igualmente, la nuera de la fallecida, en declaraciones a Europa Press TV, recalcó que «el noviazgo se acabó cuando ella notó el carácter agresivo de él».
Así, ayer F. G. A. decidió cumplir sus amenazas y se trasladó desde Montellano (Sevilla) hasta Jerez en tren con la intención de personarse en el domicilio de la fallecida. El suceso se produjo a las nueve y media de la mañana cuando la víctima, después de mantener una conversación con la esposa de su único hijo a través del teléfono, abrió la puerta a su agresor. En ese momento, el hombre golpeó con una de las macetas del patio exterior a María para más tarde herirla de muerte en la yugular con un cuchillo de grandes dimensiones.
Actuación de los vecinos
Los vecinos del número 29 -la difunta vivía en el 27-, alertados por los gritos solicitaron la ayuda de otra de las residentes de la calle quien tenía una buena relación con María Juana e incluso contaba con un juego de llaves de la vivienda donde se produjo el suceso. Por ello, procedieron a entrar en la casa donde encontraron un charco de sangre y al agresor. «Cuando lo vieron a él salieron y cerraron la puerta con llave para impedir que huyera mientras que llegaba la Policía», explicaron los vecinos.
Tanto la nuera de la víctima -quien sospechaba que algo malo podría pasar en esa casa- como los residentes en Isaac Albéniz se pusieron en contacto con la Policía. Según la familia, la Policía Local aseguró que «no podían atender este asunto porque estaban ocupándose de un accidente». En este punto, desde el Ayuntamiento se remitió una nota de prensa en la que se insistía que «en todo momento se cumplió el protocolo habitual, ya que el agente que atendió la llamada tomó nota del aviso e inmediatamente comunicó los hechos a la Policía Nacional»
Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, el presunto homicida se encontraba en el interior de la casa y «tranquilo», por lo que procedieron a su detención inmediata. En estos momentos F. G. A. permanece a la espera de pasar a disposición judicial y, tras ello, probablemente ingrese en prisión.
A media mañana, el cuerpo sin vida de María permanecía en el interior del inmueble mientras que sus familiares, encabezados por su hijo, iban llegando hasta la zona.
Las escenas de dolor se sucedían en la calle y cada vez más vecinos se aglutinaban en torno a la casa para conocer lo sucedido. Uno de los momentos más tensos se vivieron cuando el presunto asesino fue trasladado al coche de la Policía, ya que el hijo de la víctima estaba en las inmediaciones de la vivienda.
A las 12.00 horas la forense llegaba a la calle Isaac Albéniz y las 13.00 horas se produjo el levantamiento del cadáver. En ese preciso instante, amigas de la fallecida rompieron su silencio para reclamar más protección policial, mientras que el hijo de la víctima y su sobrina se derrumbaban destrozados por el dolor.
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