Lluís Homar se confiesa entusiasmado con Almodóvar. / EFE
LLUÍS HOMAR ACTOR

«Prefiero una vida rica a una que sea sólo fácil»

El intérprete catalán encarna a un ciego, el personaje que más aparece en la película

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Desde el pasado 25 de enero, Lluís Homar vive por y para el segundo personaje que va a hacer a las órdenes de Almodóvar. Después de la experiencia de La mala educación, donde daba vida a un sacerdote pederasta, el actor catalán prepara el papel de un escritor ciego que «poco a poco, se va abriendo a la luz», dice.

Cauteloso a la hora de describir su participación en el filme, Homar da algunas claves. «Él vive un momento traumático cuando no puede ver, y hace de esa época un misterio. Pasa su tiempo de oscuridad fabulando, y su talento no procede de lo que ve, sino de lo que imagina», explica.

Homar, que va todos los días al gimnasio y ha perdido varios kilitos, quita importancia al hecho de que el propio Almodóvar haya dicho que su personaje es el de mayor peso. «Penélope Cruz y yo somos un poco más protagonistas, pero creo que hay seis personajes importantes. El mío puede que sea el que tiene más secuencias», reconoce con humildad este intérprete que lleva el teatro en las venas y cada vez tiene más ofertas de cine. «A mis 51 años y con las cosas que me están pasando, pues tengo que aprovechar. Es como si volviera a empezar, con nuevos retos, nuevos compañeros, nuevos sitios donde trabajar...», reconoce.

Homar ha visto a Vittorio Gassman en Esencia de mujer y Al Pacino en Perfume de mujer, y también Una mujer en la playa, de Renoir, cintas protagonizadas por invidentes, pero sobre todo se ha apoyado en lo mucho que ha aprendido con las personas, con esta minusvalía con las que ha convivido, y en una técnica de rehabilitación de la ONCE.

30 años de teatro

Presente en las carteleras con Cobardes, el interprete define esta historia como «un viaje hacia la serenidad». «Leí el guión y me transmitió esa sensación. Ahora, Pedro está viviendo bien la vida y eso se ve en el guión», declara el que fue fundador del Teatro Lliure, que sólo tiene palabras de agradecimiento para el cineasta.

Para el actor, el alma masculina sale bien parada en esta historia «que al final te deja un buen sabor de boca. Todos tenemos abrazos rotos, todos tenemos heridas y la mayoría de las veces tenemos que esconderlas, porque no sabemos hacerlo de otra forma. Pero aquí hay una posibilidad de redención, de romper nudos emocionales y de sanar las heridas. Prefiero una vida rica a una que sea sólo fácil».

Homar se ha pasado tres décadas subido a las tablas, el medio de José Luis Gómez y Blanca Portillo, sus compañeros en el filme. «Pedro tiene una devoción grande por el teatro. Es verdad que aquí tiene tres pesos pesados porque, por la densidad que tienen los personajes, a lo mejor cree que podemos servir mejor a la historia», indica el actor, que tiene escenas románticas con Penélope Cruz, «con quien es muy fácil trabajar» . Pero, avisa, no hay más sexo «que en cualquiera de los filmes de Pedro».