PUBLICIDAD. Marquesinas en la parada del autobus. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

Más de 50.000 elementos para 'amueblar' las calles de la ciudad

Marquesinas, esculturas, luminarias y diversas piezas más componen el variado mobiliario urbano de Cádiz Todos tienen que ser «útiles e integrarse en el paisaje urbano»

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El concepto de mobiliario urbano es muy amplio y no sólo se limita a elementos como los bancos, las papeleras y las farolas, según explica José María Chulián Rey, el director de Servicio de Mantenimiento y Mobiliario Urbano del Ayuntamiento de Cádiz. «El mobiliario urbano es toda la serie de elementos que forman parte del paisaje de la ciudad y se instala con el propósito de ser útil fundamentalmente», señala.

A nivel local, en Cádiz, tenemos una gran variedad de mobiliario urbano, muchos de estos elementos están ubicados en sitios estratégicos, como las 108 marquesinas (paradas de autobuses) o los contenedores de pilas con publicidad. Ambos elementos son «muy rentables para el Ayuntamiento porque la empresa que pone la publicidad es la que se encarga de limpiarlos y mantenerlos», detalla Chulián.

Estos pequeños contenedores para pilas que llevan publicidad pueden ser solicitados al Consistorio por las asociaciones de vecinos que lo deseen.

Las luminarias y papeleras también forman parte del mobiliario urbano. En Cádiz hay 15.000 elementos de iluminación y 3.007 papeleras.

Inodoros automáticos

Pero sin lugar a dudas lo más llamativo son los nueve inodoros automáticos que hay en la ciudad, todos ellos ubicados en sitios estratégicos como en la Catedral. Se trata de un material muy caro porque «las paredes se limpian enteras, el suelo y las posaderas se cambian totalmente con cada uso. La idea es que el que entre lo encuentre higiénico», aclara el director de Servicio de Mantenimiento y Mobiliario Urbano. Las personas para usarlos sólo tienen que emplear un moneda de diez céntimos de euro.

Los bancos que se distribuyen por las distintas plazas de la ciudad es uno de los elementos más demandados por los vecinos. En Cádiz hay 2.300, la mayoría de diferentes modelos (madera, piedra, hierro fundido, etc) dependiendo de cómo sea el lugar donde está ubicado. «Hay plazas que piden un modelo y otras no. Pero estamos en la línea de cambiarlos todos», afirma. Los bancos que más problemas dan con los actos vandálicos son los de la Alameda porque «son losas hechas a mano que hay que pedir a Sevilla».

Los hitos y las horquillas tienen la finalidad de evitar los aparcamientos de los vehículos en las aceras para que estas no se deterioren. Sin embargo, los técnicos del Ayuntamiento intentan no abusar de la instalación de estos elementos por cuestión de «estética» y porque resultan «peligrosos para los viandantes». «Si hay que elegir -agrega Chulián- nos decantamos por las orquillas que son más baratas y prácticas (la orquilla se dobla al ser golpeada por un vehículo, mientras que el hito, al ser más fuerte, rompe el acerado». En Cádiz hay tres mil orquillas.

En algunas ciudades como Sevilla se utilizan otros elementos para preservar las aceras como las bolas de hierro, pero éstas, al ser más bajas, «resultan aún más peligrosas para las personas mayores que no las ven y se tropiezan con ellas. En Cádiz las tuvimos que quitar de la plaza San Juan de Dios debido a los frecuentes accidentes que se producían».

Los macetones son una solución importante al tema de no poner hitos. Cádiz está lleno de ellos al igual que de guardacantones y cañones para proteger las esquinas de los edificios históricos del casco antiguo.

Las cabinas de teléfonos y los buzones también forman parte del paisaje gaditano, pero estos últimos en algunas barriadas como Guillén Moreno y Puntales están «muy dejados», según afirman las asociaciones de vecinos.

Las esculturas y monumentos, como el que existe en la plaza de Canalejas o el recientemente inaugurado en la Plaza de la Constitución (el Pájaro-jaula), además de crear polémica adornan los rincones emblemáticos de la ciudad.

Tres premisas

Todos estos elementos que integran el mobiliario urbano deben cumplir tres premisas para ser instalados: Diseño, funcionalidad y mantenimiento. Los técnicos del Ayuntamiento evalúan exhaustivamente todo ello antes de dar el visto bueno. «Un banco, por ejemplo, tiene que necesitarse en el lugar que se instala además de no romper la estética. Luego, el material también tiene que tener un mantenimiento económico», concluye Chulián.

jmvillasante@lavozdigital.es