Opinion

Nación y libertad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

a conmemoración del bicentenario del dos de mayo de 1808, cuando el levantamiento del pueblo madrileño prendió la mecha de la insurrección contra la ocupación francesa de las tropas de Murat, ha convertido la capital de España en escenario de evocaciones históricas, recuperando el significado y magnitud de una fecha decisiva para la historia del país. Porque tras los horrores de la lucha en las calles de Madrid amanecería años después, en Cádiz, el sueño liberal del constitucionalismo y nacería la promesa de una nación de ciudadanos iguales en derechos y en deberes. Lo que había sido hasta entonces una utopía comenzó a sentar las bases para alumbrar una convivencia democrática común que, después de 150 años de inestabilidad y avatares trágicos, terminaría por consumarse en la Transición y la Carta Magna de 1978.