TESORO. Una pista inesperada marca el comienzo de toda una suerte de aventuras. / LA VOZ
Cultura

Enredos bajo el agua

La guerra de sexos, un tema que inspira a rabiar a los guionistas cinematográficos, y un poco de aventura, siempre bienvenida, son los ingredientes principales de Como locos a por el oro, abracadabrante título en castellano que le han endiñado a la última película de Matthew McConaughey y Kate Hudson, pareja artística que ya compartió algunos momentos de química incontrolable delante de las cámaras en Cómo perder a un chico en 10 días. Andy Tennant, firmante de Hitch: especialista en ligues, dirige esta comedia que transcurre durante gran parte de su metraje en alta mar.

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La guerra de sexos, un tema que inspira a rabiar a los guionistas cinematográficos, y un poco de aventura, siempre bienvenida, son los ingredientes principales de Como locos a por el oro, abracadabrante título en castellano que le han endiñado a la última película de Matthew McConaughey y Kate Hudson, pareja artística que ya compartió algunos momentos de química incontrolable delante de las cámaras en Cómo perder a un chico en 10 días. Andy Tennant, firmante de Hitch: especialista en ligues, dirige esta comedia que transcurre durante gran parte de su metraje en alta mar. Cuenta en el reparto con un actor veterano de lujo, Donald Sutherland, cuya presencia magnética, rebosando carisma, siempre es un placer, aunque estemos ante un producto comercial, claramente alimenticio en la carrera del popular intérprete de origen canadiense. En Como locos , McConaughey encarna a Ben Finn Finnegan, un buscador de tesoros obsesionado por encontrar un suculento botín oculto en el siglo XVIII que alivie de una vez por todas su economía y eleve su ego de aventurero. Para emprender tan ardua búsqueda, el intrépido buscavidas invierte y arriesga todo lo que posee, incluido su matrimonio con Tess, interpretada por Kate Hudson. En el preciso momento en el que su mujer ha empezado una nueva vida, en plena fase de separación, trabajando en un yate de superlujo propiedad del multimillonario Nigel Honeycutt (Sutherland), el protagonista descubre una pista clave para encontrar el escondite del preciado botín. Confiado en que su suerte va a cambiar con la nueva información, Finn se las arregla para subir a bordo del yate de Nigel y convence al magnate y a su hija, Gemma (Alexis Dziena), para unirse a la búsqueda del tesoro. Pero no son los únicos que persiguen el oro, y las cosas se complican. Romanticismo, algo de acción y humor a golpe de enredos.