DE CLUB. Javier Otero confía en las posibilidades de su equipo.
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La salvación está en manos de Otero

El secretario técnico del Portuense se hace cargo de una situación delicada a cuatro jornadas del final

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En cuanto que Orúe comunicó este domingo poco después de caer en el Cuvillo ante el Lucena que iba a presentar su dimisión irrevocable como entrenador del Portuense, el presidente racinguista solventó el problema de un plumazo. A falta de cuatro jornadas para el final, nadie mejor que su actual secretario técnico para sacar adelante a un equipo que este año, y pese a la esperanza depositada en verano tras la adquisición de varios fichajes que prometían poner el ascenso al alcance la mano, se encuentra en puestos de descenso directo a Tercera y a dos puntos de la salvación.

En una conversación producida a las 20.00 horas del domingo entre Manuel Lores y Javier Otero, el mandatario sportinguista le trasladaba toda la responsabilidad al secretario técnico para que sacara a flote al equipo en estas últimas cuatro jornadas que le restan al calendario regular.

«El presidente me llamó para decirme que no íbamos a buscar un entrenador faltando cuatro jornadas para el final. Se le notaba muy jodido pero me dijo que tenía toda su confianza y en el conocimiento que tengo de la plantilla», comenta Otero, quien ayer ya trabajó con el grupo. «Hemos hecho hincapié en el apartado psíquico. Tanto yo, como Zafra y Luis Márquez (sus ayudantes), hemos charlado mucho con los jugadores para levantarles el ánimo», asegura el actual entrenador y secretario técnico de la plantilla sobre una sesión de entrenamiento en la que predominó más el apartado psicológico que el físico. «Ahora es el momento de hablar mucho con la gente para que tengan confianza y, sobre todo, para que jueguen con tranquilidad ya que seguimos dependiendo de nosotros mismos».

El motivo

El motivo principal por el que Otero se ha hecho cargo del equipo ha sido las dudas que generaría un nuevo entrenador en el banquillo a falta de cuatro jornadas. «Creo que traer a un nuevo técnico sería muy arriesgado porque empezaría a conocer al equipo cuando estuviese acabando la Liga», argumentó el técnico.

Y es que la decisión de Carlos Orúe cogió a pie cambiado a una directiva que nunca se planteó la destitución del entrenador jerezano. «Cuando poco antes de dar su rueda de prensa Carlos (Orúe) me comunicó que tenía decidido presentar su dimisión irrevocable me quedé con la mente en blanco ya que en ningún momento teníamos pensado destituirlo de su cargo», cuenta Otero. Según pasaba el tiempo Otero fue tomando el pulso a la situación. Pero no fue hasta su conversación con el presidente cuando levantó la cabeza y cambió el chip. Precisamente, algo que pide que haga todo el entorno en esta recta final de la temporada. «Como hemos intentado hoy (por ayer) hacer con los jugadores, también pediría que se cambiara el chip en todos los sectores del equipo (medios, afición, directiva y equipo) porque el Portuense es de todos», aconseja el nuevo entrenador sportinguista.

Además, dice que «es el momento de estar todos en el mismo barco porque los que estamos dentro del club estamos sufriendo más de la cuenta». En este sentido, manda un mensaje de tranquilidad a la afición y le pide que tenga confianza ciega en los jugadores y los técnicos porque «puedo asegurar nos vamos a dejar todo». Esta sensación la tiene después de poder haber dialogado con todo el equipo ayer, en lo que fue el primer entrenamiento sin la presencia del jerezano Carlos Orúe. «Los jugadores están predispuestos a salir de esta situación a base de trabajo y la primera oportunidad la tienen este sábado ante el Granada. Confían en dar la sorpresa y dar un paso importante para conseguir la permanencia», manifiesta Javier Otero.