El papa Benedicto XVI camina hacia el santuario colocado en el Estadio Nacional, donde ha oficiado una misa. /EFE
durante su viaje a EEUU

Benedicto XVI se reúne por sorpresa con un grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes

El Pontífice ha escuchado cada una de sus historias personales y les ha dedicado "palabras de aliento y de esperanza"

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Tras celebrar su primer encuentro con los católicos estadounidenses, el Papa Benedicto XVI se ha reunido, por sorpresa, en la capilla de la nunciatura de Washington con un grupo de víctimas que sufrieron los abusos sexuales de sacerdotes pederastas en este país.

La reunión no se había incluido en el programa del Papa durante su viaje a Estados Unidos, que emprendió el pasado día 15 y concluirá el 20 de abril, pero las familias de las víctimas habían pedido con insistencia poder ser recibidos por Benedicto XVI durante esta visita.

Según un comunicado difundido por la Nunciatura, el "pequeño grupo" ha estado acompañado por Sean O'Malley, el Arzobispo de Boston, una de las ciudades más afectadas por los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.

Durante la reunión, el grupo le ha ido contado al Pontífice sus historias personales. Benedicto XVI les "escuchó y después les dedicó palabras de aliento y de esperanza", y les ha ofrecido oraciones "por sus familias y por todas las víctimas de abusos sexuales".

Una sociedad multiétnica

Previamente a la reunión, el Papa ha celebrado una misa en el estadio de béisbol del 'Nationals Park' de Washington, en la que los cerca de 45.000 católicos estadounidenses presentes en el acto le han demostrado su afecto y en la que por primera vez en este viaje Ratzinger se ha dirigido directamente a los hispanos.

La misa de Washington ha puesto de manifiesto el carácter multiétnico de la sociedad estadounidense, desde la diversidad cultural de los fieles que han estado presentes, a las canciones interpretadas por las cerca de 500 voces que formaban los varios coros, y que han pasado del 'goospel' a los ritmos e instrumentos latinoamericanos.

En ese clima, Benedicto XVI, por primera vez desde su llegada a Estados Unidos el pasado martes, ha hablado en español y ha recordado que el crecimiento de la Iglesia en este país se debe a la llegada de inmigrantes latinoamericanos. En su mensaje ha destacado "la vitalidad del testimonio de fe" de los fieles de lengua española. "La Iglesia de Estados Unidos, cogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", ha afirmado.

A ellos, les ha pedido que "no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o los problemas" y que sean fieles a los "compromisos que adquirieron al ser bautizados". Asimismo, ha instado a los fieles hispanohablantes a "seguir contribuyendo al futuro de la Iglesia en este país y a la difusión del Evangelio". "Sólo si están unidos a Cristo y entre ustedes, su testimonio evangelizador será creíble y florecerá en copiosos frutos de paz y reconciliación en medio de un mundo muchas veces marcado por divisiones y enfrentamientos".

Un español, protagonista

Ratzinger ha tenido un gesto de deferencia con otro hispanohablante ilustre, el español Placido Domingo, a quien se ha levantado a saludar y felicitar después de que éste cantase en la comunión el 'Panis Angelicus' de César Franck, que ha sido muy aplaudido.

En su homilía, el Papa ha recordado a los que llegaron a Estados Unidos "con la expectativa de encontrar una nueva libertad y nuevas oportunidad". Ha denunciado las "injusticias sufridas por las poblaciones americanas nativas" y de los "que fueron traídos de África a la fuerza como esclavos".

Este primer encuentro con sus fieles ha servido al jefe de la Iglesia católica para retomar el tema de los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes estadounidenses. El Papa ha asegurado ser consciente del "daño" que este escándalo causó dentro de la comunidad de la Iglesia, aludiendo a que tras ello muchos católicos abandonaron la práctica de la religión, y ha invitado a los fieles "a promover la recuperación y la reconciliación para ayudar a quienes han sido dañados", y a que "estimen a sus sacerdotes y los reafirmen en el excelente trabajo que hacen". "Ninguna palabra mía podrá describir el dolor y el daño producido por dicho abuso" ha reiterado.

El Papa volverá a celebrar una misa que se espera multitudinaria el 20 de abril en Nueva York, también en un estadio de béisbol, en el último día de su viaje a Estados Unidos.