RECUERDO. Una familia se fotografía con una reproducción del Papa en Washington. / REUTERS
MUNDO

El Papa abordará en su viaje a EE UU el escándalo de la pederastia en la Iglesia

Benedicto XVI será recibido a su llegada a Washington por Bush, con quien se entrevistará mañana en la Casa Blanca

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El primer viaje del papa Benedicto XVI a Estados Unidos era casi obligado. Y es que el Santo Padre llega hoy a Washington con la apremiante necesidad de afrontar el escándalo de la pederastia que con demasiada frecuencia salpica a la Iglesia católica establecida en el gigante norteamericano. Por ese motivo será el punto álgido de su estancia al otro lado del Atlántico. La segunda gran cita del Pontífice la tendrá en la sede de Naciones Unidas, donde abordará la defensa de los derechos humanos.

La jornada más significativa del viaje papal a tierras norteamericanas -el octavo de su pontificado- está fijada para el sábado. Y no sólo porque conmemorará el tercer aniversario de su entronización como máxima figura de la cristiandad. Teniendo como escenario la catedral de San Patricio de Nueva York, el Pontífice hablará con los sacerdotes, diáconos y miembros de órdenes religiosas del escándalo de los abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia. En este sentido, el secretario de Estado del Vaticano, Tarciso Bertone, declaró en una entrevista a la televisión estadounidense FOX News que «Benedicto XVI reconoce el daño y el dolor causado por el abuso sexual cometido por el clero y buscará sanar las heridas durante su gira».

Sin embargo, la agenda del Pontífice se iniciará hoy mismo, poco después de aterrizar en la base aérea de Andrews, en Washington. Cuando el presidente George W. Bush y su esposa, Laura, reciban al pie de la escalerilla del avión a Benedicto XVI se convertirá en el tercer Papa que pisa suelo estadounidense, después de Pablo VI y Juan Pablo II, que lo hizo con mayor asiduidad: cinco veces.

El de mañana será, también, un día especial para el obispo de Roma, puesto que cumple 81 años. Y lo celebrará con una visita a la Casa Blanca, donde pronunciará un discurso y mantendrá una reunión privada con Bush. En la sede de la nunciatura apostólica, en la que se alojará, mantendrá un almuerzo con los cardenales y los representantes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (Usccb), para recibir después a miembros de las fundaciones caritativas católicas. Esa misma tarde, llevará a cabo la oración de las vísperas en el santuario de la Inmaculada Concepción de Washington y un encuentro con los obispos.

Jornada pastoral

La jornada del jueves será eminentemente pastoral. Benedicto XVI oficiará una misa en el estadio de béisbol del equipo de los Nationals de Washington y, más tarde, se encontrará con los estudiantes de la Universidad Católica de la ciudad y pronunciará un discurso ante los representantes de otras religiones en el Centro Cultural Juan Pablo II.

Veinticuatro horas después, el Papa abandonará Washington camino de Nueva York. Desde el aeropuerto John F. Kennedy está previsto que se traslade en helicóptero a la sede de la ONU para pronunciar un discurso ante la Asamblea General. En Naciones Unidas el Santo Padre hablará de las obligaciones de la comunidad internacional para la tutela de los más débiles y la defensa de los derechos humanos. Esta etapa del viaje pontificio obedece a una invitación del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. El organismo internacional ya ha acogido la intervención de otros papas, como Pablo VI en 1965 o Juan Pablo II en 1979 y 1995.

El sábado, tras abordar el tema de la pederastia, el Pontífice celebrará un servicio religioso con jóvenes en el seminario de San Joseph. Y al día siguiente acudirá a la Zona Cero en el acto más «emotivo» de este viaje, según lo calificó el Vaticano. Joseph Ratzinger se encontrará en el lugar que ocupaban las Torres Gemelas con 24 personas, familiares y representantes de las víctimas del atentando del 11 de septiembre de 2001, y rezará una plegaria en la que pedirá que la paz reine en «nuestro mundo de violencia».

El periplo estadounidense del Papa finalizará el lunes, día 21, con una misa en el estadio de béisbol de los Yankees, para partir posteriormente rumbo al Vaticano.