prisión de Topas

La prisión de Salamanca no tiene "comunicación oficial" relacionada con el condenado por las violaciones en Cádiz

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La prisión de Topas, en Salamanca, no tiene "comunicación oficial" sobre la situación del preso que podría no haber cometido las violaciones perpetradas en la provincia de Cádiz entre los años 1995 y 2000, ya que la Policía desveló la pasada semana que la posible autoría corresponde a dos hombres de 53 años, de los que uno fue detenido y el otro se encontraba en prisión cumpliendo condena por otros delitos.

La directora del centro penitenciario, Ana Acosta, señaló que del citado caso no tienen "nada" y añadió que saben "lo mismo que se supo por los medios de comunicación", pero no tienen "comunicación oficial que afecte a ningún interno de los que hay" en la cárcel. No obstante, manifestó que están "pendientes" del caso y que se encuentran "en espera".

El Cuerpo Nacional de Policía reveló el pasado sábado el descubrimiento de la posible autoría de dos hombres de 53 años; F.P.G. y J.D.G., sobre diez casos de agresión sexual con violación incluida perpetrados sobre otras tantas mujeres en las ciudades gaditanas de Jerez, El Puerto de Santa María y Puerto Real entre 1995 y 2000. Por estos hechos, un hombre cumple condena en la prisión de Salamanca.

La Policía explicó que el caso, en concreto, comprende siete violaciones cometidas sobre mujeres en el Puerto de Santa María, otras dos en Puerto Real y una última en Jerez, todas ellas perpetradas entre 1995 y 2000. Según el 'modus operandi', tales violaciones fueron protagonizadas por sujetos embozados o con el rostro cubierto y ataviados con vestimenta "militar" mientras "las víctimas eran desconocidas, cogidas en lugares de paso y llevadas a zonas apartadas o introducidas en el coche" para consumar la agresión.

A consecuencia de las dos primeras violaciones, fue detenido y posteriormente condenado y encarcelado R.R.R., quien terminó confesando o "inculpándose" él mismo después de que una de las víctimas "identificara" su voz. No obstante, "las pruebas de ADN no coincidían y las violaciones se siguieron produciendo".