Los Lakers dependen de sí mismos para acabar líderes de la Conferencia Oeste

Pau Gasol está a paso de cumplir el primer gran objetivo que se marcó cuando fichó por los Lakers. El equipo de Los Ángeles ya sólo depende de sí mismo para acabar la temporada regular líder de conferencia y asegurarse así la ventaja de cancha en los play offs que arrancarán el sábado. Con una victoria hoy ante los Kings de Sacramento, en el Staples Center, los Lakers podrán resolver las tres primeras eliminatorias por el título ante su afición. No tendrían Gasol y sus compañeros ventaja de campo si los rivales en la final fuesen los Celtics de Boston, campeones del Este y máximos favoritos al título de la NBA, aunque con el esperado regreso del lesionado Andrew Bynum y la recuperación total de Gasol de su esguince de tobillo, los Lakers se hayan convertido en firmes aspirantes a la corona.

Los Lakers se enfrentarían en los cuartos de final del Oeste, al mejor de siete partidos, a los Nuggets de Denver, con Houston, Phoenix o Utah en el horizonte, después de haberse olvidado, ante rivales poderosos y directos, como han sido recientemente Nueva Orleans y San Antonio, de su habitual debilidad defensiva. Aunque Gasol aún no está completamente restablecido de la lesión de tobillo que le obligó a perderse nueve partidos consecutivos, la superioridad de los Lakers ante los Spurs, sin el lesionado Manu Ginóbili, permitió a Phil Jackson dar descanso al jugador catalán con la mente puesta en el duelo ante Sacramento, pero, ante todo, en los play offs.

«Cada partido me encuentro mejor», reconoce Gasol, cuyo deseo inmediato es «estar a tope» para las eliminatorias, después de haber resultado clave en la última gran racha victoriosa de los Lakers. Desde que Gasol reapareció, el campeón de la División Pacífico ha ganado seis de los últimos siete partidos. Sólo cedió ante un enemigo muy inferior como Portland. «Contra los equipos que respetamos, respondemos, y bajamos el nivel ante los más débiles», reconoce Gasol, cuya movilidad y versatilidad obliga a los rivales a no sólo intentar frenar a Kobe Bryant, sino también a un campeón del mundo que anota en la pintura, genera espacios, asiste y hace mejores a sus compañeros, como ha ocurrido con Lamar Odom.