Conciliación e igualdad

atos estadísticos como el aumento de un 21% de asalariados que entre 2005 y 2007 solicitaron en sus empresas periodos de excedencia para hacerse cargo de la crianza de sus hijos pequeños avalan el cambio de tendencia hacia el objetivo de conciliar la vida laboral con la vida profesional. Pero el cambio de mentalidad debe penetrar todavía en el mundo de la empresa privada que todavía aunque aplique planes de igualdad no encuentra en ello ventajas competitivas. El hecho de que todavía el embarazo se valore como un «riesgo laboral» para la mujer, que los empresarios consideren menos «comprometidos» con la compañía a los empleados que se acogen a medidas de conciliación y que, en un altísimo porcentaje, se estime que la mujer debe trabajar menos que los hombres para dedicarse al hogar, indica que aún estamos lejos del reparto igualitario de las tareas domésticas.