Francia pone en marcha la misión humanitaria para salvar a Betancourt

Francia puso en marcha ayer, con el visto bueno de Colombia, una misión humanitaria con la esperanza de llegar a tiempo de salvar la vida a Ingrid Betancourt, quien podría «morir en cuestión de horas» si no recibe una transfusión de sangre, según el angustioso mensaje lanzado desde París por su hijo Lorenzo Delloye. Para que el plan de Nicolas Sarkozy, del que no se conocen todos los detalles, tenga éxito será necesario que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) accedan a que los médicos franceses puedan atender a los secuestrados enfermos.

El Gobierno galo no escatima esfuerzos en su empeño por salvar a la ex candidata presidencial francocolombiana de las garras de la guerrilla y de una muerte prematura. El ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, adelantó ayer que la delegación humanitaria estaba lista para «partir lo antes posible». «Esperamos mucho de ella», dijo. «Hemos hecho todo lo humanamente posible, ahora debemos esperar a que nuestros enviados especiales y el médico estén allá. No es simple. Físicamente es muy difícil y moralmente también lo es», agregó Kouchner.

Desde Bogotá, el comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, lo confirmaba: «La misión está en marcha y brindaremos todas las garantías, basta ubicar el sitio preciso a donde va a dirigirse la misión para suspender operaciones militares, esperamos que tenga éxito», dijo. Según el estrecho colaborador del presidente, Álvaro Uribe, el Ejecutivo colombiano se comprometió con el francés a facilitar todas las garantías para que la expedición médica tenga éxito, aunque no aportó datos concretos sobre cómo pensaban llevarla a cabo. Presumiblemente, el avión medicalizado francés aterrizaría en Colombia y los enviados caminarían por las selvas buscando entrar en contacto directo con la guerrilla y convencerlos acerca de la urgencia de entregar a Ingrid o al menos que permitan que reciba -ella y otros enfermos- el tratamiento adecuado para que no muera.

Uribe y Sarkozy mantuvieron una conversación telefónica el martes, en la que el primero ofreció «suspender las operaciones militares» para permitir el avance de la misión por las selvas del sur del país, donde estarían siendo custodiados Betancourt y otros secuestrados. El mismo martes, el gobernante galo apeló al jefe máximo de las FARC, Manuel Marulanda para que libere a la mujer secuestrada hace seis años y que sufre una grave enfermedad parasitaria y hepatitis B, además de haber perdido demasiados kilos de peso. Anoche, Sarkozy anunció a Uribe su intención de enviar «sin tardanza» una «misión humanitaria para contactar con las FARC y conseguir acceso» a Betancourt, que está en «peligro de muerte inminente», indicó el Elíseo en un comunicado.

«Último combate»

También el hijo de Ingrid, Lorenzo Delloye, se sumó a las voces que piden a las FARC la liberación de Ingrid Betancourt, de 46 años. El joven lanzó su «último llamamiento» a las FARC y a Uribe: «En la selva colombiana, una mujer, mi madre, se dirige hacia la muerte. Sufre de hepatitis B y leshmaniasis y precisa de una transfusión sanguínea en las próximas horas», indicó en una rueda de prensa. A su juicio, se libraba «un último combate» por su liberación. El joven sostuvo que su madre dejó «de alimentarse y rechaza recibir atención médica desde hace casi cinco semanas». Sin embargo, su tía Astrid descartó que su hermana hiciera una huelga de hambre.