CONGRESO. Rajoy atiende a los medios tras recoger su acta como diputado electo por Madrid. / EFE
ESPAÑA

Rajoy condiciona su voto en la investidura a los pactos de Estado con Zapatero

Quiere saber antes qué hará el socialista en la lucha antiterrorista, la política exterior, los temas sociales y la reforma constitucional

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El Partido Popular no tomará una decisión sobre el sentido de su voto en la investidura hasta que el presidente del Gobierno desvele sus prioridades y su programa para la nueva legislatura. Es más, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, espera que José Luis Rodríguez Zapatero «mueva ficha» y dé a conocer su disposición a pactar con el PP los grandes asuntos de Estado en política antiterrorista, reforma constitucional, relaciones exteriores y la consolidación del sistema de protección social.

«A ciegas, nadie da su voto. Ni a favor, ni en contra, ni la propia abstención», argumentó el presidente del PP en su primera visita al Congreso para presentar sus credenciales de parlamentario electo. Después de haber pedido -sin éxito- en las pasadas elecciones al candidato socialista que se abstuviera si el PP resultaba el partido más votado, Rajoy explicó que su compromiso de reciprocidad estaba condicionado a los cuatro pactos que comprometió en campaña.

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«Lo que manifesté en su momento es que si nosotros éramos la lista más votada le ofreceríamos al PSOE de manera prioritaria acuerdos sobre algunos temas», recapituló. El líder de la oposición dijo entonces que lo primero que haría sería llamar a Zapatero para acordar la lucha contra el terrorismo, un «acuerdo sobre España», otro sobre relaciones exteriores y un cuarto para modernizar el sistema de protección social con una reunión del Pacto de Toledo.

Ahora, Rajoy explica que «lógicamente, para tomar una decisión sobre cuál va a ser la posición del PP en el debate de investidura tengo que saber qué es lo que pretende hacer el presidente del Gobierno». En concreto, quiere saber quiénes serán los socios parlamentarios del Ejecutivo socialista y cuáles sus objetivos de gobierno.

Aunque Eduardo Zaplana ya ha anunciado su retirada a una segunda fila de la política en la nueva legislatura, sigue siendo -por el momento- el interlocutor para el diálogo parlamentario con otros grupos. Sin embargo, Rajoy aseguró que nadie del PSOE se ha dirigido a su partido, hasta ahora. «Desconocemos las intenciones del Presidente del Gobierno -afirmó- y, por tanto, como es lógico, hasta que no conozcamos cuál es su programa de gobierno, cuáles son sus prioridades, no puedo adelantar ninguna posición», insistió.

«Quien tiene que mover ficha en este momento, decir a los españoles qué es lo que pretende hacer y cuáles son sus objetivos para los próximos cuatro años es el Gobierno -añadió-, y a la vista de su intención, actuaremos en consecuencia». A título personal, Zaplana declaró en fechas recientes que es partidario de votar en contra de la investidura de Rodríguez Zapatero por entender que la obligación de todo partido opositor es oponerse al Gobierno. Otros dirigentes populares son de la misma opinión y arguyen que la oferta que hizo Rajoy a Rodríguez Zapatero durante la campaña electoral, para abstenerse en la investidura, buscaba impedir la debilidad del Ejecutivo central frente a las exigencias de los partidos nacionalistas.Se trataría, por tanto, y según estas fuentes, de una situación en la que el partido ganador de las elecciones habría obtenido una mayoría minoritaria de imposible gestión sin hacer cesiones a los nacionalistas. El líder de la oposición se declaró «abierto a una negociación» con el Gobierno socialista sobre Justicia y la renovación de los órganos institucionales. Sin embargo, no ahorró críticas a la actuación del Ejecutivo en esta materia. Por otra parte, el nombramiento de José Antonio Alonso como portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso ha sido bien recibido por la oposición, que lo considera un político serio.