ENTRENANDO. Padilla subido al carretón en Sanlúcar. / ROMÁN RÍOS
Contraportada

« Juan José Padilla Me dan verdadero pánico las alturas»

-Por las tardes se enfrenta a toros de hasta 700 kilos, aunque le aterra...

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-Las serpientes me repelen mucho, pero me sobrepongo. Lo que me deja desencajado son las alturas. Me dan verdadero pánico. Veo por la tele a la gente haciendo puenting y me pongo malo, malo. Eso me presenta bastantes problemas en los hoteles, por ejemplo. Cuando entro en uno de esos ascensores que son transparentes o que van por fuera, llego arriba fatal y me tengo que agarrar a alguien. La gente se queda alucinada.

-Usted trabajaba como panadero con su padre. ¿Qué hubiera sido de no tomar el capote?

-No lo sé. Elegí ser torero y puse toda mi ilusión en ello pero si no hubiera triunfado... pues hubiera sido lo que sea, pero hubiera sido feliz. Desde luego no un amargado o un resentido.

-¿Tienen más guasa la gente o los toros?

-La gente, a gran distancia. El toro te puede plantear dificultades, pero los problemas de la gente son peores. El toro defiende su bravura, pero la gente tiene ira. Y mucho peligro. No quiero generalizar, porque hay personas maravillosas, pero hay algunos que no son buenos.

-¿Se va a afeitar las patillas algún día?

-No. Mi hija no me deja. Cuando voy a la peluquería y le digo que me las quito, me dice ¿No, papá, déjate las patillas! Y manda ella. Mis amigos también se enfadan si me afeito.

-¿Los toreros las vuelven locas?

-Los toreros no. Es el chispeante, el traje de luces.

-¿Tienen más peligro los toros o las vacas?

-Los toros son más inteligentes que las vacas. Con ellas haces lo que quieres. Las mujeres, en cambio, piensan más que los hombres. Son ellas las que hacen lo que quieren contigo.

-¿Son machistas los toreros?

-No hay nada de eso. En cuanto tengo tiempo soy yo el que cocina y me encanta recoger. Y no plancho, pero porque no hace falta.

-¿Un truco para alguien aterrado?

-Que se apoye en la amistad y en los demás que estén alrededor.

-¿Y si está solo?

-Que se encomiende a Dios. También funciona pensar en el triunfo que va a venir tras superar el miedo.

apaolaza@lavozdigital.es