Los españoles, los menos preocupados de la UE por la acumulación de residuos

El medio ambiente, el cambio climático, la contaminación, la degradación de los espacios naturales... son conceptos e inquietudes que han calado en el ánimo de la ciudadanía europea a medida que los científicos y las evidencias se han impuesto al 'ecoescepticismo'. Sin embargo, falta mucho para que esa nueva conciencia verde se traduzca en comportamientos concretos. Según el Eurobarómetro difundido ayer por la Comisión Europea, los europeos reclaman políticas medioambientales pero se resisten a dejar el coche en casa.

El sondeo sirve de trasfondo a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que reúne a los 27 en Bruselas y de la que se esperan nuevos compromisos sobre sostenibilidad. Contradicciones entre la teoría y la práctica ciudadana aparte, el estudio muestra una mayor sensibilidad frente a los problemas medioambientales que en 2004, año del último barómetro de estas características. Factores como el premio último premio Nobel de la Paz al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas y a Al Gore han contribuido a concienciar «al público en general» sobre uno de los grandes retos que afronta la humanidad, señalan los autores.

Los españoles

En términos geográficos, los europeos del norte y el oeste continentales parecen más concienciados en materia medioambiental que sus socios del sur y de los nuevos estados miembros. Los españoles muestran la misma inquietud que el promedio de la UE en cuestiones como el cambio climático -un 57%-, pero flojean algo en otros aspectos. La contaminación atmosférica preocupa a un 34% de los españoles, seis puntos menos que la media. La acumulación de basura y residuos urbanos sólo preocupa al 7% de los españoles frente al 2% de la UE, y apenas un 3% destaca el impacto del transporte - automóvil, avión...- en la mala calidad del aire, nueve puntos menos que al común europeo.