NUEVO PAPEL. Freddie Highmore en una de las escenas del film.
Cultura

Regreso al mundo oculto

Trasgos y hadas invaden el mundo de los niños en una nueva adaptación al cine de una novela infantil

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La adaptación de fantasías literarias infantiles parece un filón inagotable para el negocio cinematográfico, aunque el relativo fracaso en taquilla de La brújula dorada puede tomarse como un indicio de que los espectadores empiezan a estar cansados de encontrarse (casi) siempre con lo mismo. Las crónicas de Spiderwick, dirigida por Mark Waters, especializado en comedias juveniles como Ponte en mi lugar y Chicas malas, presenta, faltaría más, a un grupo de hermanos, la familia Grace, metidos en líos con criaturas de por medio. Los hermanos gemelos Jared y Simon-interpretados ambos por Freddie Highmore, que no se pierde una y aquí hace doblete- y su hermana Mallory se mudan a la enigmática mansión de Arthur Spiderwick, su tío bisabuelo, tras la separación de sus padres. Nada más pisarla acompañados por su madre, empiezan a sucederse extraños acontecimientos a su alrededor que no tienen una explicación lógica. La investigación les llevará a encontrar una respuesta asombrosa.

Las crónicas de Spiderwick apuesta por el misterio y la magia, por un mundo imaginario aparentemente invisible a los ojos de los demás, hasta que los Grace se dan cuenta del secreto. Un libro tiene la culpa, la Guía del mundo fantástico que nos rodea, escrita por Arthur Spiderwick.

El volumen libera un lugar habitado por trasgos, espíritus y hadas, un paraíso encantado donde no todo es maravilloso. El malvado ogro Mulgarath, encarnado por Nick Nolte, representa una amenaza peligrosa. Los niños se dan cuenta de que la Guía es la clave principal para entender a los fabulosos seres que pululan por el Mundo Oculto. Pronto deciden protegerla de las zarpas de pérfidos enemigos.

Ni magos ni huérfanos

La película, que se basa en la serie de libros infantiles escritos por Tony DiTerlizzi y Holly Black, transcurre en una época y un lugar con los cuales el público puede conectar con facilidad. «Siempre me han gustado las películas del género fantástico», comenta el director, «pero cuando leí los libros, vi la oportunidad de hacer algo que no se había hecho hasta ahora. Una película llena de aventuras, fantasía y seres increíblemente interesantes, sin estar poblada por magos británicos, huérfanos desamparados o protagonistas irreconocibles». A cambio, hay niños de padres divorciados, un ogro malévolo y trasgos juguetones, que viene a ser parecido. Los decorados y la ambientación son el punto fuerte.