Opinion

Trama policial

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a detención de cuatro mandos policiales de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado adscritos a la comisaría de Málaga constituye un hecho de evidente gravedad, en tanto que implica a quienes deben velar por la aplicación de la ley en una supuesta trama que protegía a peligrosos delincuentes en la Costa del Sol. El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, quiso subrayar ayer que haya sido la propia Policía la que ha actuado para poner a disposición judicial a sus propios compañeros, lo que necesariamente ha tenido que provocar una quiebra en la imprescindible confianza interna que requieren los agentes en el ejercicio de su labor. Pero la envergadura de las imputaciones obliga a aclarar a la mayor brevedad posible las circunstancias en que operaba la red y los delitos que hayan podido cometerse.