ESPAÑA

El proyecto soberanista de Ibarretxe hace aguas

La debacle electoral sufrida por el tripartito que gobierna el País Vasco obligará a PNV, EA y Ezker Batua a replantearse su estrategia y la viabilidad del proyecto del lehendakari Ibarretxe. PNV y EA analizaron este lunes las causas de la pérdida de apoyos y el triunfo del PSE en las tres provincias vascas por primera vez en la historia de la democracia, y EB dio el primer paso hacia la ruptura y apostó por hablar de acuerdos con Madrid y aparcar reivindicaciones soberanistas.

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Decepción. Es la palabra que resume el estado de ánimo en los cuarteles generales de PNV, EA y EB el día después a las elecciones generales. Los tres demandaron durante la campaña el apoyo de los vascos para forzar al próximo presidente del Gobierno a sentarse con el lehendakari a debatir la hoja de ruta del tripartito y refrendo de la sociedad en octubre.

El presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortúzar atribuyó la pérdida de un diputado y la mayoría del PSE en Euskadi a la «fuerte bipolarización» de la campaña entre PP y PSOE o el «temor» a un gobierno presidido por Mariano Rajoy. En declaraciones a RNE, Ortúzar señaló que lo que «estaba en juego en Madrid era Rajoy o Zapatero y en Euskadi el miedo a Rajoy ha sido un agente movilizador a favor del PSOE impagable».

Ortúzar coincidió con el cabeza de lista al congreso por Vizcaya, Josu Erkoreka, en negar relación alguna entre los resultados del domingo y la propuesta política del lehendakari. Erkoreka asumió sin embargo que tanto el Gobierno vasco como el PNV «harán una reflexión» sobre el 'plan Ibarretxe' y sobre el votante nacionalista que ha considerado prioritario frenar al PP. Fuentes de la dirección nacionalista apuntaron que Ibarretxe es partidario «de mantener» su estrategia porque se basa «en el diálogo sincero y en el acuerdo y tiene una factura democrática impecable». EA, que ha perdido el único diputado que tenía por Guipúzcoa y que sufrió una sangría de votos, anunció también una «reflexión interna». Su presidente, Unai Ziarreta, reconoció que los resultados «no han sido buenos» ni para su grupo ni para el nacionalismo, pero lejos de asumir errores propios atribuyó lo ocurrido a la «alta» abstención que ha beneficiado al PSOE y al atentado de Mondragón.

Más realista se mostró Ezker Batua. Su coordinador general, Javier Madrazo, lamentó los malos resultados y abogó por una «reflexión profunda» en el tripartito vasco.