Las caras del fútbol

n la semana en que buena parte del fútbol español llora sin consuelo, sólo por el hecho de sentir inexplicablemente unos colores que han dejado de brillar, otros tienen motivos más que suficientes para llorar de verdad. En la semana en la que el sevillismo sufre una eliminación dolorosa en Liga de Campeones, la plantilla del Algeciras Club de Fútbol sufre al estar lejos de la familia. En la semana en la que los barcelonistas lamentan la lesión de Leo Messi, los rojiblancos se cuidan muy mucho de no caer lesionados porque no hay ni para una triste resonancia. En la semana en la que Albelda vuelve a reiterar que es injusto que el Valencia no le deje buscarse un futuro mejor, más injusto sin querer comparar, se me antoja el tener que estar encerrado y no precisamente en casa propia. En la semana en la que el madridismo se abona de nuevo al fracaso europeo, los jugadores algeciristas se abonarán a cualquier resquicio de esperanza por pequeño que éste sea. En la semana en la que Bernd Schuster desprecia a todos aquellos que nos negamos a reirle las gracias, José Luis Montes y compañía pueden que se vean despreciados por la farsa de este deporte. En la semana en la que el presidente de la Federación Española, Angel María Villar, celebra una Asamblea confeccionada a su medida y nos ofrece un espectáculo más propio del mejor circo, sólo la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) se preocupa por estos trabajadores que desde el 28 de diciembre permanecen encerrados en el Nuevo Mirador. Esta vez lo que adeuda el club oscila entre seis y nueve nóminas, prácticamente el curro de toda una temporada. Y como siempre suele suceder en estas historias se pide auxilio a los Ayuntamientos que, sinceramente, deben estar para otro tipo de cosas y no para solucionarle los problemas a unos empresarios que no han sido capaces de hacer bien su trabajo.