DIRECTO. Luis del Olmo atiende las llamadas de los oyentes en un estudio Punto Radio. / CHEMA BARROSO
TELEVISIÓN Y RADIO

El precio de la libertad

El veterano periodista Luis del Olmo lleva 34 años dando la oportunidad a los oyentes de hablar en sus micrófonos con libertad plena

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Nunca he tenido miedo, si así fuera, hace tiempo que me hubiera marchado a casa». Con el alma serena y la honestidad por delante, así salta al ruedo de las ondas radiofónicas cada día Luis del Olmo, enarbolando la bandera de la libertad a los cuatro vientos, la que lleva consigo, por un lado, los agradecimientos y felicitaciones que uno no espera, pero también, por otro lado, el riesgo de recibir ofensas y desagravios en directo, reveses que tienen su premio en el incremento y fidelidad de la audiencia.

Todo un pionero. No porque le hayan intentado matar ocho veces, sino por ser el único periodista que desde hace 34 años reparte juego abriendo los micrófonos a los verdaderos protagonistas de la radio, los oyentes. Sin filtrar ninguna opinión. Sin preguntar previamente sus nombres y apellidos. Un trance que él mismo asume como algo natural y que todos los presentadores deberían pasar, aunque sea actualmente una práctica insólita en el dial. Por eso, el maestro de las ondas sentencia: «No lo hacen porque tienen algo que esconder y temen que los oyentes desmonten su tinglado. Algún día revelaré en mis memorias qué personajes y tertulianos no se atrevieron a venir a Protagonistas porque no querían exponerse a las preguntas y comentarios de la gente».

Amenazas en directo

«Cuando das la oportunidad de que todo el mundo opine sin controlar quién entra y con qué intención, es normal que alguna vez se cuelen asesinos o energúmenos que llaman para amenazarte en directo». Sin rabia y con naturalidad relata Del Olmo el precio a pagar por hacer una radio abierta a todos. «Un precio satisfactorio -continúa- porque, con la fuerza de la libertad y la democracia por delante, se pueden rebatir las opiniones, y ante ese riesgo está la tranquilidad de que no ocultas nada y no hay pecados que te puedan denunciar».

Nadie como Luis del Olmo sabe lo que es exponerse ante la sinrazón de los que tiran la piedra y esconden la mano, los que sin motivo aparente le ponen a uno de vuelta y media: «En una ocasión pusieron a mi mujer a caer de un burro. Es triste. Pero el pulso de la verdad nunca lo pierdes. Cuando los oyentes se dan cuenta de la frescura y libertad que hay en tu programa, te los ganas para toda la vida».

En el mundo mediático de hoy día, donde controlar la opinión de las masas se ha convertido en tarea clave de amos y dirigentes, la emisión de programas con retardos y filtros de todo tipo prolifera en televisión y radio, con grabaciones y falsos directos que dejan en entredicho la libertad de expresión, manida hasta la saciedad por unos y otros. «No vale con decir que en tu programa intervienen libremente los oyentes. Querer hacerlo y de verdad cumplirlo es muy difícil», afirma Del Olmo, que cada año que pasa sigue estando considerado como el periodista radiofónico más creíble e influyente, según los estudios e informes que se realizan.

Puertas abiertas

Con los principios de hacer una radio plural, participativa y libre, la fórmula de puertas abiertas, gestada en los más de 10.000 programas de Protagonistas se ha extendido a toda la programación de Punto Radio, que se ha impregnado de la esencia de los oyentes, cuyas voces entran a opinar en los estudios de la emisora sin coacciones ni barreras, respetándose su posición política o diferente forma de ver las cosas.

El quinto tertuliano, el espacio de los oyentes en Protagonistas ya no es algo único. En los programas de Punto Radio que conducen Ramón García, María Teresa Campos, Félix Madero, Josep Pedrerol, Ana García Lozano, Rosa García Caro y Jaume Segalés, entre otros, hay espacio para las preguntas, los comentarios, las opiniones y las consultas, ya sean por e-mail, sms o teléfono. Todas son atendidas en directo en una oferta incomparable que apuesta por la libertad.