por un delito de atentado a funcionario

Condenados a un año de prisión los padres que agredieron a dos maestras en un colegio de Barcelona

La agresión ocurrió en un colegio de la capital catalana en de octubre de 2006, después de que reclamaran a los padres el pago de 5 euros para utilizar el servicio de guardería previo al inicio de las clases

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Una juez de Barcelona ha condenado hoy a sendas penas de un año de prisión al padre y a la madre de un alumno de un colegio de la capital catalana por un delito de atentado a funcionario, al haber agredido a dos maestras y a la conserje del centro.

En su sentencia, el tribunal se basa en la Constitución Española para subrayar la necesidad de garantizar los derechos a la educación y salud pública, así "como el ejercicio de aquellas funciones desarrolladas por profesionales" que permiten el disfrute de esos derechos.

El caso de la escuela Eduard Marquina fue el primero en que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) pidió que se abrieran diligencias penales por una agresión de este tipo, ya que el entonces fiscal jefe, José María Mena, ordenó el 14 de noviembre de 2006 perseguir como atentado los casos de agresiones a profesionales de la enseñanza y de la sanidad públicas relacionadas con el ejercicio de su labor.

La agresión de que fueron víctimas la directora, una jefa de estudios y una conserje de la escuela Eduard Marquina de Barcelona ocurrió el 11 de octubre de 2006, después de que reclamaran a los padres el pago de 5 euros para utilizar el servicio de guardería previo al inicio de las clases.

Cada uno de los padres del menor han sido condenados también a una multa de 720 euros por una falta de lesiones y otra de amenazas, así como a indemnizar a las profesoras y a la conserje con 6.500 euros. Asimismo, el Juzgado de lo Penal número 17 de Barcelona prohíbe a los progenitores, Juan V. y Montserrat M., acercarse a menos de 200 metros del centro escolar durante los próximos seis meses.

Las maestras en tratamiento psicológico

El día de los hechos, las maestras y la conserje impidieron la entrada en el centro a las 08.30 horas del hijo menor de los acusados, de 5 años, ya que los padres no habían abonado el pago simbólico de 5 euros mensuales para permitir que utilizara el servicio de guardería previo al inicio de las clases, pese a que se les había requerido reiteradamente.

Este hecho motivó, según la sentencia, que los padres del alumno acudieran a la escuela "de forma agresiva" ante el resto de niños y padres que había, actuando con la intención de acobardar a las maestras para conseguir su objetivo y "menospreciando el principio de autoridad que representaban en el centro".

Una vez en la escuela, los padres insultaron y amenazaron reiteradamente a las maestras y a la conserje, con expresiones como "ya te esperaré en la calle, te pegaré, te mataré", e incluso la madre llegó a coger del cuello a la jefa de estudios mientras le decía: "mi hijo va a entrar aquí".

A consecuencia del incidente, la jefa de estudios sufrió una crisis de ansiedad de la que tardó 30 días en recuperarse y que agravó la depresión que ya tenía, mientras que la conserje presentó síntomas de ansiedad que han incrementado sus patologías respiratoria y digestiva previas.

Delito de atentado

Durante el juicio, tanto la fiscal como la Generalitat, en representación de las maestras, defendieron que las agresiones a docentes merecen un castigo mayor del que solían recibir hasta ahora -ya que eran consideradas una falta- ante la necesidad de "proteger" un servicio público y fundamental como es el de la educación.

Durante el juicio, la fiscal pidió la pena de un año y cuatro meses de prisión por el delito de atentado y la Generalitat elevó la petición a dos años.

El delito de atentado se imputa cuando se comete una agresión o intimidación contra una persona considerada una autoridad o un funcionario público en el ejercicio de sus cargos, y está castigado con penas de entre uno y tres años de cárcel.