milenio JUAN TEBA

Nombres femeninos

Chaves se ha montado el anuncio de su última comparecencia electoral a la presidencia de la Junta de la forma más original posible: «Me gustaría que me sucediera una mujer», ha dicho el dirigente sin dar pistas de nombres propios ni guiños de fechas en las esquinas de los vientos. Qué tiempos los que corren de lenguajes figurados, de asesores de mentes oscurecidas por la embrutecedora burocracia y de integristas pecadores en lo político y en las flaquezas de la carne que pretenden llegar al paraíso prometido sin pasar por el purgatorio redentor. Época, pues, de ventajistas, aduladores y falsos Mesías que pretenden siempre una vuelta al pasado.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

De forma y manera que si el sosegado presidente Chaves vuelve a vencer en las autonómicas, la inminente legislatura será un 'to be continued' de 48 meses en los que en ningún momento cesará un debate 'post-chaviano' cargado de nombres femeninos. Porque no tendría sentido que el líder socialista de la autonomía más poblada de España se tirase el pegote de proclamar su proclividad a una sucesión femenina sin haber renunciado íntimamente antes a una retirada de la escena pública sin conocer el sabor del polvo de la derrota. ¿Qué dirá el impertérrito Acebes cuando le informen? Menos mal que tal mente no es andaluza.

Muchos nombres femeninos, desde ayer mismo, en los medios andaluces. Pero habrá que ser prudentes no ofreciendo ningún nombre al canibalismo periodístico para evitar el enojo perfumado socialista. Iñaki no se lo arrancó en el 'Cuatro' al presidente de la Junta. Y ni siquiera el timonel Zarrías al día de hoy, aunque pueda presumir de lo contrario, puede vacilar de saber algo. Y tampoco a ese «patético pobre hombre», (Acebes 'dixit' de Felipe González), presidente del 'comité de sabios' de la UE, le ha pillado advertido el pronunciamiento 'chaviano'. Pues con independencia de que a lo largo de este cuatrienio pueda surgir una nueva Rosa de Luxemburgo en las filas del PSOE, al día de hoy podemos recitar, como mucho, seis o siete nombres de militantes socialistas que se visten por la cabeza.