Rusia decide ahora presionar a Irán para que abandone el enriquecimiento de uranio

Rusia dejó ayer de contemporizar con Irán y anunció su apoyo al proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que incluye sanciones contra el país persa si éste no abandona en los próximos días el enriquecimiento de uranio. Moscú, que ha ayudado a Teherán a construir su primera planta atómica en Bushehr, a orillas del golfo Pérsico, ha venido pidiendo esfuerzos a la República Islámica para demostrar el carácter pacífico de su plan nuclear.

«Si Irán en los próximos días no abandona las actividades de enriquecimiento, Rusia, como miembro del Grupo de los Seis (cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania), cumplirá el compromiso colectivo de apoyar ese dictamen», indicó el representante ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin.

En una videoconferencia entre Nueva York y Moscú, Churkin dijo que la nueva resolución redactada el pasado enero «ofrecerá garantías adicionales de que la actividad de Teherán no será origen de peligro para la no proliferación de las armas nucleares, lo que resulta inaceptable para la comunidad mundial», según difundió la agencia Interfax.

Churkin destacó que el régimen fundamentalista que preside Ahmadineyad, con el que Rusia mantiene importantes intereses económicos, no ha suspendido sus actividades de enriquecimiento de uranio dentro de su proyecto atómico de agua pesada, como exigían las dos resoluciones anteriores de la ONU, por lo que el Consejo de Seguridad debe estudiar el nuevo documento.

Añadió que el último informe del director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no aclara todas las dudas sobre la anterior actividad nuclear de Irán, sospechoso de desarrollar en secreto un proyecto militar, además del civil. Al tiempo, el representante de Moscú subrayó que el nuevo proyecto «solo prevé sanciones económicas relacionadas con el ámbito de la no proliferación».

Relaciones económicas

«La nueva resolución no afectará a las relaciones y vínculos económicos corrientes con Irán, pues sólo serán sancionadas las organizaciones y personas de las que se sabe que su actividad entraña riesgos para la no proliferación», enfatizó. También destacó que el nuevo borrador contiene «una valoración positiva de las cooperación de Irán con la AIEA».