ESCUELA. El trastorno por déficit de atención es uno de los más frecuentes en los menores. / LA VOZ
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El número de consultas de salud mental infantil crece un 58% en la provincia

Más de 1.200 niños y adolescentes iniciaron un tratamiento psiquiátrico en las cuatro unidades específicas que existen en Cádiz durante 2006

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La demanda de tratamiento para niños y adolescentes con problemas mentales es cada vez mayor en la provincia y el número de consultas atendidas en las cuatro unidades de salud mental infanto-juvenil (Usmij) que existen en Cádiz creció un 58,48% entre 2005 y 2006. Así lo demuestran los últimos datos facilitados por la Delegación Provincial de Salud, que indican que en 2006 fueron 1.236 los nuevos casos que llegaron a estos centros (92 más que durante el año anterior) además de 36.019 consultas de seguimiento (en 2005 fueron 22.364).

Las enfermedades más frecuentes en la Usmij de la capital, que atiende a la población menor de 18 años de Cádiz y San Fernando, son los trastornos del comportamiento, sobre todo la hiperactividad (TDAH) y la conducta disocial o el negativismo desafiante. Así lo explicó la directora de esta unidad, la doctora Concha de la Rosa, especialista en psiquiatría.

El TDAH supone una alteración del sistema nervioso central que se manifiesta en niños y adolescentes mediante un aumento de la actividad, una mayor impulsividad y falta de atención. La conducta disocial provoca un deterioro de las relaciones familiares, sociales y escolares. Pero son otros muchos los trastornos mentales que tienen sus raíces en la infancia y que, si no se abordan a tiempo, pueden derivar en problemas graves en la edad adulta.

Cambios de conducta

La vía por la que se accede a las unidades de salud mental infanto-juveniles es la atención primaria. Según señaló De la Rosa, los padres que observen cambios sospechosos en la conducta del niño y crean que pueden responder a un trastorno psicológico deben acudir a su centro de salud, donde serán atendidos por los equipos de salud mental de distrito.

Si la gravedad o la dificultad del caso lo requieren, el niño será derivado a la Usmij correspondiente. Allí, un equipo multidisciplinar compuesto por un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social, un enfermero y un auxiliar, lo evaluará para plantear a los padres una propuesta de tratamiento. Los cuadros críticos, que precisan hospitalización urgente, se derivan a los hospitales de Puerto Real, Jerez o Algeciras, donde existen en total 50 plazas destinadas al ingreso de menores con problemas mentales.

«La atención en las unidades es correctísima y adecuada, otra cosa es que sean necesarios más especialistas y que la Psiquiatría Infantil sea una especialidad no reconocida», indicó la responsable del centro, que forma parte de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (Aepnya), una sociedad científica que lucha desde hace décadas por la creación de la especialidad en las facultades de Medicina. Y es que en España los menores con enfermedades mentales son tratados por psiquiatras generales, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países europeos, donde la Psiquiatría Infantil es una rama específica dentro de la formación especializada.

«El niño es un ser en desarrollo que está cambiando constantemente, de ahí que sea necesaria la creación de la especialidad de Psiquiatría Infantil», subrayó. De la Rosa coincide en esta afirmación con la Plataforma de Familias para la Creación de la Especialidad de Psiquiatría Infanto-juvenil, un colectivo que aglutina a padres y asociaciones de pacientes en toda España con el objetivo de recoger 500.000 firmas para presentarlas en el Congreso de los Diputados.

A la necesidad de reforzar los medios humanos habría que sumar la apertura de dispositivos intermedios, que complementen la función de los centros de salud mental. Según la doctora De la Rosa, en la provincia de Cádiz hacen falta unidades de rehabilitación para los casos más severos y comunidades terapéuticas que acojan a los menores que no pueden ser atendidos en su familia. Aún así, la especialista destaca la labor de los profesionales: «Estamos todavía un poco en pañales, yo entiendo la postura de los padres porque hay muchísimo por hacer pero también se está haciendo mucho».

rheredia@lavozdigital.es