SALIDA. Las instalaciones deportivas temblaron cuando apareció en escena El Barrio.
Cultura

Una noche de amor desesperada

El Palacio de Deportes se llenó de miles de personas que tararearon en todo momento las letras de El Barrio

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Cada vez que José Luis Figuereo pisa Jerez, además de desatarse la locura entre sus seguidores, la lluvia suele hacer acto de presencia y la noche del viernes no fue una excepción. Algo que no evitó que cientos de personas se aglomeraran junto a las instalaciones del Palacio Municipal de Deportes a la espera de que se abrieran las puertas para ubicarse en el mejor sitio para ver a su ídolo: El Barrio.

De hecho, a las 20.00 horas la marea humana comenzó a distribuirse en el recinto que dos horas más tardes estaba totalmente lleno de miles de seguidores que aguardaban impacientes a que el espectáculo comenzase. Con puntualidad británica, El Barrio inició su concierto según estaba previsto. En ese momento el escenario, sobre el que reposaban varios tentáculos de estructura metálica, cambió de forma y la oscuridad se trasformó en un constante juego de luces que dio vida a todo el Palacio.

Con los primeros acordes, el suelo del edificio de Chapín tembló como si de un terremoto se tratase ya que José Luis y su inseparable sombrero se encontraban sobre las tablas. Desde ese preciso momento, Jerez se rindió al flamenco del gaditano.

A pesar de que la acústica del lugar no era la más adecuada, sus músicos, su voz y un público incansable consiguieron que las letras de sus canciones sonaran por encima de cualquier tipo de contratiempos. Desde Vientos de otras tierras, hasta El Gran Circo, sin olvidar Sólo soy historia y muchos otros éxitos, sus admiradores no dejaron de tararear en ningún sólo momento.

Entre los temas que más pasiones levantaron estaba Buena, bonita y barata. Cuando la banda del cantautor entonó las primeras notas El Barrio se vio obligado a pasar el testigo a su público, un rebaño humano que «llegada de todas las zonas de la provincia» cantó con más fuerza que nunca «porque sin tí, ya no soy nada /en mi ceguera sólo manda tu mirada /porque sin tí, ando perdio /deambulo errante en los caminos del olvido».

Las horas pasaron y la comunión entre público y artista llegó a ser total. No querían que El Barrio se marchara de Jerez pero Todo llegó a su fin tras protagonizar Una noche de amor desesperada a pocos kilómetro del barrio gaditano que lo vio nacer y dar sus primeros pasos.